Las cifras parecen ser interminables. Cada día se suman más y más solicitudes de asilo de venezolanos que han salido de su país a causa de la terrible crisis que impacta a la nación caribeña. Desde el 2014 y hasta 2017, al menos 58.011 venezolanos están a la espera para ser notificados de su entrevista en Migración. Estas son las personas que solicitaron el asilo antes de que el gobierno de Donald Trump implementara medidas para limitar el acceso a los «alivios migratorios», según un reportaje de Crónica Uno.
“Las personas que aplicaron previo a diciembre de 2017 no son la prioridad para fijar las audiencias. No tenemos noción de cuándo van a ser escuchadas. Quiere decir que quienes solicitaron el asilo desde enero de 2018 sí son prioridad. En dos meses les están dando la audiencia”, cuenta Julio Henríquez, especialistas en trámites migratorios y Derechos Humanos.
La figura del asilo no es más que una forma protección internacional para quienes han sufrido persecución por raza, religión, nacionalidad, pertenencia a un grupo social en particular u opinión política. En el caso de los Estados Unidos, después de 150 días del ingreso de la solicitud de asilo, el migrante obtiene el permiso de trabajo mientras se resuelve si es elegible o no para protección.
“Las autoridades indicaron para entonces que muchas personas aplicaban al asilo no porque calificaran, sino porque querían aprovechar el lapso de espera para pasar por lo menos tres años en Estados Unidos. La forma de quitarlo fue cambiando el orden en el cual ellos colocan las audiencias”, explicó Henríquez.