El gobierno de Bélgica concedió este viernes 22 de abril, asilo político a Rafael Correa, expresidente de Ecuador.
Su abogado, Christophe Marchand, ha asegurado precisamente este viernes que Bélgica ha concedido ya asilo político a Correa, un extremo que el Comisariado General para Refugiados y Apátridas no ha confirmado a la agencia de noticias Europa Press, apelando a razones de privacidad.
Esta confirmación del asilo político dada por el abogado Marchand bloquearía la solicitud de extradición del expresidente Correa. Este estatus hace que Correa sea visto como autor de delitos políticos o como víctima de una persecución, por lo que no hay causales para extraditarlo según algunas formalidades y tradiciones del derecho internacional.
Para Marchand, se trata de una medida clave, ya que “supone un reconocimiento de la condición de perseguido político del exmandatario”, según un comunicado difundido por su despacho.
El expresidente, por su parte, respondió por medio de su cuenta de Twitter al pedido de extradición y acusó a Saquisela de estar jugando un “papelón” y de ser parte de un gobierno “títere”. “Otro papelón, lamentablemente no solo de este sino de todo el sistema judicial y del Gobierno del cual es títere”, fueron las palabras compartidas por el exmandatario.
Correa fue investigado, y posteriormente juzgado, por participar en una red de sobornos. Mediante esta red, el expresidente habría recibido aportes “indebidos” para su campaña y su movimiento Alianza País.
Entre las compañías involucradas en esta red de sobornos se encuentra la cuestionada constructora brasileña Odebrecht, que ha sido partícipe de escándalos de corrupción también en Colombia.
La justicia del país determinó, en su momento, que Correa tenía pleno conocimiento de estos aportes y que los casi 6,7 millones de dólares pagados fueron reportados tanto al él como a su vicepresidente. Correa fue condenado a 8 años de prisión por el delito de cohecho.
Revista Semana