El gobierno estadounidense ofreció una recompensa de 10 millones de dólares por seis agentes de la inteligencia militar rusa acusados de ciberataques, los cuales devastaron empresas en todo el planeta en el año 2017.
Los funcionarios afiliados a la Unidad 74455 de la inteligencia rusa fueron acusados en octubre del años pasado por un jurado federal de EE.UU. de cometer una serie de ciberataques, incluido uno a la red eléctrica de Ucrania.
La extradición de estos agentes parece estar descartada debido a que los funcionarios permanecen en Rusia. Sin embargo, el Departamento de Estado aseguró que ofrecería 10 millones de dólares por información que pueda ayuda con la captura.
A través de una misiva el Departamento de Estado aseguró que los sujetos formaron parte de un ataque en 2017 conocido como Not Petya, que tuvo como blanco a empresas en todo el munod, y dañó computadoras en hospitales de Estados Unidos, y generó pérdidas cercanas a los 1.000 millones de dólares, estiman las autoridades.
El Kremlin ha rechazado las acusaciones contra los agentes militares, alegando una campaña de “rusofobia”.