Las lluvias continúan afectando a poblaciones de la zona norte del estado Táchira. Algunos habitantes de municipios como Seboruco, se aferran a los santos para pedir el fin de las precipitaciones.
«Tengo miedo. Si llueve de noche no duermo (…) me pongo a rezar para que aplaque todo. Estos días ha llovido demasiado», expresó la señora Nelly Ramírez, quien tiene toda su vida viviendo en la zona.
En la aldea San Diego, el río se llevó más de la mitad de la vía que utilizan productores de verduras y hortalizas. Para solventar la situación, los afectados han constituido un paso peatonal improvisado con guayas y caña brava para evitar perder la cosecha.
La comunidad también se ha organizado para despejar las vías obstaculizadas por árboles y piedras.
La población espera que el régimen responda con la maquinaria que necesitan. La alcaldía con autoridad opositora no tiene los equipos necesarios para llegar a los más afectados.