El periodista Alonso Moleiro afirmó que los dirigente más notables de la oposición venezolana, ya vieron pasar su mejor momento y por ello, consideró necesario crear un plan de trabajo para el 2024 que le abra paso a nuevos liderazgos.
Moleiro señaló que Leopoldo López, María Corina Machado, Henrique Capriles, Henry Ramos y Julio Borges hablan mal de otros dirigentes opositores. Y aseguró muchos de ellos «no han sabido estar a la altura del problema» que atraviesa el país.
«Tú hablas con ellos y lo que hacen es hablarte mal de todo el esfuerzo; para chismearte sin ninguna prudencia, sin ningún criterio político, sin ninguna visión de estadista. Ahí está el problema. Son más adversarios del proyecto opositor que los propios chavistas y así no hay manera de resolver nada», lamentó.
La política, a su parecer, no es un club de amigos y se puede entender que haya recelo, «pero lo personal no puede llegar tan cerca» de un problema de toda la nación. El mandato histórico, según dijo, es entender que si existen visiones distintas, por lo menos debería haber lealtad en el esfuerzo.
A su parecer, la oposición que «está muy desperdigada», y resaltó la importancia de buscar mecanismos más efectivos para convocar a los venezolanos decepcionados y desencantados de la oposición.
«Hay que recorrer el país y tener una estrategia unificada (…) Debería haber un ánimo de rendición y reconstrucción que sea verdaderamente profundo. No presentarse en 2024 con las mismas caras», comentó. Por todo esto, Alonso Moleiro cree que las posibilidades de fracasar de oposición son muy grandes.
Acciones reformistas de Maduro
También subrayó que ahora Nicolás Maduro está tomando acciones reformistas, activando el diálogo tripartito, tomando decisiones salariales más responsables y dándole al sector privado el oxígeno que estaba pidiendo.
En su opinión, Maduro intenta arreglar el escenario político para ver si logra ganar las elecciones de manera «normal» y además siente que Maduro está abriendo algunos espacios para confundir a algunas personas, y también está cerrando otros espacios, como el TSJ, para salvar su proyecto.