Finlandia confirmó este domingo su candidatura a la OTAN, un anuncio que supone un reequilibrio de poderes en Europa tras décadas de no alineamiento militar y casi tres meses de conflicto en Ucrania, donde occidente asegura que las tropas rusas sufren importantes pérdidas.
En Helsinki, el presidente finlandés, Sauli Niinistö, calificó el giro de «histórico». «Se inicia una nueva era», declaró en una conferencia de prensa.
La decisión de solicitar el ingreso a la OTAN aún tiene que ser ratificada en el Parlamento y se espera que Suecia siga el mismo camino, lo que provocó la ira de Moscú, que amenaza con represalias.
Rusia ya dejó de suministrar electricidad a Finlandia, con el que comparte una frontera de 1.300 kilómetros y la red eléctrica funciona ahora gracias a las importaciones de Suecia, según Fingrid, el operador finlandés.
La gran mayoría de integrantes de la OTAN respaldan la entrada de las dos naciones nórdicas excepto Turquía, que amenaza con bloquearlo.
La decisión de Finlandia es una consecuencia directa de la invasión rusa contra Ucrania, donde las tropas rusas han sufrido grandes pérdidas militares, según manifestaron los servicios de inteligencia occidentales.
Según la inteligencia, el conflicto se empantanará en el este, donde las tropas de Moscú se enfrentan a una dura resistencia.
AFP.