Al menos nueve indígenas del suroeste de Colombia resultaron heridos este domingo tras ser atacados con armas de fuego mientras se dirigían a una protesta en la ciudad de Cali, epicentro de las manifestaciones que sacuden el país desde hace 12 días.
La caravana fue atacada por «policías y civiles armados en conjunto», denunció el Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC) en un comunicado público. Según la autoridad de salud local, tres de los heridos tienen «lesiones graves».
La Policía aseguró en un boletín de prensa que los uniformados se encontraban en la zona atendiendo «el llamado de auxilio de la comunidad (…) que estaban siendo atacados por un grupo de indígenas» y señaló a los originarios de lesionar a cuatro personas «con armas cortopunzantes y objetos contundentes» e incinerar y vandalizar varios vehículos.
En una declaración desde la sede de gobierno, el presidente Iván Duque le habló a los indígenas: «Para evitar confrontaciones innecesarias, yo quiero hacer un llamado a los señores del CRIC para que retornen» al vecino departamento de Cauca. En una segunda intervención, ordenó a su ministro de Defensa, Diego Molano, «garantizar hoy el mayor despliegue (…) de nuestra fuerza pública» en Cali.
El presidente conservador enfrenta la presión de protestas convocadas por sindicatos, transportistas e indígenas, entre otros, que le exigen un cambio de rumbo en su gobierno y «la desmilitarización de campos y ciudades».
La crisis estalló el 28 de abril a raíz de una reforma tributaria que ya fue retirada. Desde entonces las manifestaciones han sido reprimidas con violencia. En Bogotá y Cali el ejercito ha salido a patrullar las calles.
Según autoridades, al menos 27 personas han muerto durante las protestas (la mayoría por disparos) y tres miembros de la fuerza han sido heridos con armas de fuego. Pero para la ONG Temblores, que revisa presuntos casos de abuso de autoridad, van 47 muertos.
La Defensoría del Pueblo (ombudsman) asegura tener «evidencia de presuntas acciones de disparos o agresiones desde carros no identificados» contra la caravana de indígenas. El CRIC registró en una transmisión en vivo de Facebook el momento en que la caravana es atacada a tiros.
«Las imágenes que estamos viendo en la ciudad de Cali ameritan de parte de todos nosotros actuar con toda la prudencia», agregó Duque.
Múltiples bloqueos han provocado desabastecimiento de alimentos y combustibles en la ciudad. Los indígenas de la vecina región del Cauca llegaron a Cali para unirse a los jóvenes que protestan y mantienen las barricadas.
Los pueblos originarios del suroeste del país libran una disputa histórica por el control de la tierra contra terratenientes y empresarios.
«Urgimos porque se investigue y sancione el ataque», reclamó en Twitter Juliette de Rivero, representante de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU en Colombia, agregando que entre los heridos se encuentran «varias mujeres lideresas y defensoras».
Ausente
Duque ha exigido en reiteradas ocasiones que se levanten los cientos de bloqueos que impiden el paso de mercancías en Cali y varias carreteras del país.
El mandatario planea reunirse este lunes con el Comité del Paro, que agrupa a varios sectores que forman parte de la protesta. Entre otras, exigen una reforma de la policía, una renta básica de 250 dólares para los más pobres y la suspensión de la anunciada fumigación aérea de narcocultivos con glifosato.
Aunque las autoridades locales exigen la presencia del mandatario en la ciudad de 2,2 millones de habitantes, Duque explicó este domingo que no irá a Cali «por prudencia».
La decisión ha sido rechazada incluso entres sus filas. En un mensaje de Twitter, el senador Gabriel Velasco acusó al mandatario de «abandono» y anunció su renuncia al cargo de vocero en el Senado del partido oficialista Centro Democrático.
«La situación que estamos viviendo hoy en el Valle del Cauca solamente se calma (…) si el gobierno nacional viene», reclamó Clara Roldán, gobernadora del departamento de Valle del Cauca, en el que se encuentra Cali.
Con información de AFP