Alemania eliminará las pruebas de detección gratuitas de covid-19 desde el 11 de octubre para reactivar la campaña de vacunación que se está ralentizando, decidieron este martes el gobierno y los estados regionales.
A partir de esa fecha, quienes no quieran vacunarse deberán pagar una prueba que demuestre que son negativos por covid-19 para poder acceder a los cines, restaurantes o gimnasios.
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También se requerirán certificados de vacunación o pruebas negativas ni bien el umbral de infecciones alcance a 35 casos por cada 100.000 habitantes durante siete días.
No obstante, las pruebas gratuitas seguirán en vigor para aquellas personas que no puedan ser vacunadas por razones médicas, mujeres embarazadas o niños para los cuales todavía no existe una vacuna adecuada, de acuerdo al texto adoptado en la reunión entre Merkel y los dieciséis jefes de los Länder (estados regionales).
Dado que Alemania cuenta ahora con dosis de vacunas suficientes para todos sus ciudadanos, «pondremos fin a la gratuidad de las pruebas a partir del 11 de octubre», justificó la canciller.
Añadiendo que espera que «las tasas de vacunación repunten nuevamente con fuerza», considerando que es «responsabilidad de todos» fomentar la inoculación.
Tras vacunar a más de un millón de personas diarias en el ápice de la campaña, la tasa de vacunación se ralentizó mucho en la mayor economía de Europa durante las vacaciones del verano (boreal).
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Unos 52 millones de personas han recibido al menos una dosis, o sea, el 62,5% de su población. Cerca del 55% está completamente inmunizada, de acuerdo a los últimos datos del Instituto Robert Koch, encargado de monitorear la salud pública.
Desde hace varias semanas, el debate ha ido ‘in crescendo’ respecto a cómo convencer a los reticentes sin volver obligatoria la vacunación.