La ONU y una mayoría de miembros del Consejo de Seguridad condenaron el lunes la decisión de Moscú de reconocer la independencia de repúblicas secesionistas en Ucrania y el «despliegue de tropas rusas» en esas zonas.
«Las fronteras internacionalmente reconocidas de Ucrania se mantendrán incambiadas, sin importar las declaraciones y los actos de Rusia», declaró el embajador de Ucrania en las Naciones Unidas, Sergiy Kyslytsya.
Ucrania pidió a Rusia «anular su decisión de reconocer» los territorios secesionistas ucranianos, «volver a la mesa de negociaciones» y proceder a un «retiro inmediato y verificable de sus tropas de ocupación», agregó.
Que el presidente Vladimir Putin del ejército ruso haya hablado de una «fuerza de mantenimiento de la paz», para justificar su entrada en los territorios separatistas, es «un sinsentido», dijo la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield.
Putin «anunció (…) que iba a desplegar tropas rusas en esas regiones. Les llaman fuerzas del mantenimiento de la paz. Es un sinsentido. Sabemos lo que son realmente», arremetió la diplomática.
La secretaria general adjunta de la ONU para Asuntos Político, Rosemary DiCarlo, «lamentó» por su parte más temprano las decisiones y actos de Rusia.
«Las próximas horas y (los próximos) días serán críticos. El riesgo de conflicto mayor es real y debe ser evitado a toda costa», dijo en la reunión convocada principalmente por los occidentales.
Moscú no cierra la puerta a la «diplomacia» para resolver la crisis en Ucrania, pero impedirá un «baño de sangre» en los territorios separatistas del este del país cuya independencia acaba de reconocer, aseguró el embajador ruso en la ONU, Vassily Nebenzia.
«Seguimos abiertos a la diplomacia para una solución diplomática. Sin embargo, no pretendemos permitir un baño de sangre en el Donbass», declaró.
– Confrontación –
Durante la sesión, varios miembros del Consejo de Seguridad condenaron los últimos eventos. Entre ellos Francia, Noruega o Irlanda, cuya embajadora, Geraldine Byrne Nason, criticó vivamente a Moscú. «Los actos unilaterales de Rusia no hacen más que exacerbar las tensiones», aseguró.
Para Francia, Rusia «eligió una vía cuestionable y de confrontación», lamentó el embajador Nicolas de Riviere.
«¿Quién será el próximo» invadido?, preguntó de manera más directa el embajador de Albania, Ferit Hoxha, al condenar una «ruptura del derecho internacional».
Su homólogo indio, T.S. Tirumurti, compartió «su profunda preocupación» y pidió «contención de todas las partes», mientras la embajadora británica, Barbara Woodward, exigió a Rusia que se «eche para atrás», y Brasil demandó un «cese al fuego inmediato» en el este de Ucrania.
«Este acto» de entrar militarmente en el este de Ucrania «y este anuncio» en el que se reconoció la independencia de territorios separatistas «afectan la integridad territorial» del país, denunció el embajador de Kenia, Martin Kimani.
«Kenia está seriamente preocupado», agregó. «Hoy, la amenaza o uso de la fuerza contra la integridad territorial y la independencia política de Ucrania fue afectada», indicó el diplomático africano.
Ghana y Emiratos Árabes también criticaron a Rusia, al reclamar una «desescalada» y «contención».
China se distinguió de sus socios al abstenerse de condenar explícitamente a Rusia. «Pensamos que todos los países deben resolver sus diferencias internacionales por medios pacíficos conforme a los objetivos y principios de la Carta de Naciones Unidas», dijo escuetamente el embajador Zhang Ju.
Dos decretos del presidente ruso, firmados tras una alocución transmitida en televisión, reconocen las «repúblicas populares» de Donetsk y Lugansk y piden al Ministerio de Defensa que «las fuerzas armadas de Rusia (asuman en esas zonas) las funciones de mantenimiento de la paz».