El balance de muertos por covid-19 no cesa de aumentar en Argentina, pese a que las infecciones muestran signos de ralentización, mientras el país acelera su plan de vacunación y se prepara a iniciar la producción local de la vacuna Sputnik V.
Con más 83.000 muertes, Argentina ocupa el lugar número 12 en el mundo y el quinto en América Latina, según un recuento de AFP en base a datos oficiales. Los contagios superan los 4 millones en un país con 45 millones de habitantes.
Aunque los reportes del pasado fin de semana evidenciaron un descenso de 8% en los contagios, las muertes crecieron 4% y la cantidad de pacientes en terapia intensiva sigue en cifras récord.
«La situación está más controlada», opinó el miércoles la ministra de Salud, Carla Vizzotti. «La semana pasada ha mostrado descenso por las medidas que se han tomado, pero estamos en una meseta muy alta todavía, y como avanza el invierno (austral), nos preocupa la situación», dijo.
El ligero freno de la curva de contagios se produce cuando vence este viernes un decreto con medidas que limitan la circulación, los encuentros en interiores y otras actividades.
– Vacunas –
Argentina se apresta a iniciar la producción local de la vacuna Sputnik V a partir de un acuerdo con el laboratorio ruso Gamaleya que dio su visto bueno a fines de abril a un primer lote de prueba producido en Buenos Aires por el laboratorio privado Richmond.
El martes arribó desde Rusia el principio activo con el que Richmond espera producir vacunas a un ritmo de 500.000 dosis semanales para ampliar hasta 5 millones al mes en el plazo de un año.
Desde hace meses, un laboratorio argentino se encuentra a cargo de la elaboración del principio activo de la vacuna AstraZeneca, que se fragmenta y envasa en México, aunque el proceso ha sufrido tropiezos que han retrasado la producción.
Hasta ahora Argentina aplicó unas 15 millones de dosis en un plan de vacunación que cobró impulso en la última semana con el arribo de unas tres millones de dosis. En total, se han recibido 18,4 millones de vacunas Sputnik V, Sinopharm y AstraZeneca.
El país está en el puesto 20 mundial en cantidad de habitantes inmunizados.
«Tenemos casi al 25% de la población vacunada» con una primera dosis, dijo la ministra Vizzotti. «Si vacunamos al 40 o 50% de la población, podemos llegar a septiembre con algo de alivio», sostuvo.
– Insuficiente –
«El descenso en el balance de nuevos contagios es significativo pero no suficiente», advirtió el ministro de Salud de la ciudad de Buenos Aires, Fernán Quirós.
Uno de los indicadores de alarma es la fuerte ocupación en las unidades de terapia intensiva donde permanecen internados 7.769 pacientes graves de covid y que se encuentran copadas al 79,3% de su capacidad.
«Estamos preocupados por la voracidad tremenda del coronavirus en el interior», dijo el presidente Alberto Fernández esta semana. «La vacuna ayuda mucho, pero no hace todo», remarcó.
En Córdoba el abrupto aumento de casos obligó a imponer desde el lunes pasado y hasta el 18 de junio restricciones adicionales de circulación y el cierre de escuelas. En esta provincia la ocupación en terapias intensivas supera el 83%.
Federico Charabora, director del hospital de agudos Santojanni de Buenos Aires, admitió que «la ocupación llega al 90% y un poco más» en la terapia intensiva de ese centro, uno de los principales de la capital argentina.
«Esta segunda ola cambió el cuadro completamente. Notamos que afecta a gente más joven, de 50 años hacia abajo. Los jóvenes tienden a restarle importancia a los primeros síntomas y cuando llegan al hospital ya saturan bastante mal y eso complica más», explicó Charabora.
El médico subrayó además el cansancio del personal de salud. «Fue una pandemia muy larga, nadie esperaba que dure tanto tiempo, el personal está agotado. Hace un año y medio que se restringieron vacaciones, hay cuadros de estrés, no tenemos rotación de descanso», explicó.