La Administración Nacional de Ciencias y Aeronáutica (NASA) bautizó su sede en Washington con el nombre de Mary W. Jackson, en honor a la matemática afroestadounidense que fue condecorada por el presidente Barack Obama, por su trabajo en el cálculo de las órbitas, puntos de aterrizaje y de reingreso a la atmósfera terrestre de las naves espaciales que viajaron a la Luna en la década de los años 1960.
“Con el nombramiento oficial de la sede de la NASA como el edificio Mary W.Jackson hoy, nos aseguramos de que deje de ser un talento oculto”, expuso el administrador interino de la NASA, Steve Jurczyk, e
Jackson, personificación de la NASA
Jackson, quien era conocida como “la computadora humana”, empezó a trabajar en 1951 en el Comité Nacional Asesor para Aeronáutica, la antecesora de la NASA. En esos tiempos, las personas de color trabajaban separadas de los ingenieros blancos de la agencia.
En alusión de la película Talentos Ocultos (Hidden Figures) de 2016, se narran las dificultades que enfrentaban las ingenieras mujeres y de raza, en un ambiente en el que ser mujer y afroestadounidense significaba soportar la discriminación de sus supervisores, hombres blancos.
Jackson fue reprendida por sus prolongadas desapariciones de su escritorio.
Pero eso no fue lo único, puesto que Jackson tuvo que caminar unos 800 metros para llegar a un baño autorizado, en pleno establecimiento de trabajo. Su jefe procedió en el acto a destrozar el rótulo que decía que el baño que estaba cerca de la oficina de Jackson sólo podía ser usado por mujeres blancas.
Tras su servicio como matemática e ingeniero, Jackson pasó a dirigir el Programa Federal de Mujeres, impulsando la equidad en las oportunidades de empleo para las mujeres.
Jackson falleció en 2005
Ella es considerada fuente de inspiración para muchas mujeres profesionales estadounidenses. Además de esto, el expresidente Barack Obama le otorgó póstumamente la Medalla de la Libertad, la más alta condecoración para civiles.
Con información de Voz de América