El inicio aplastante dio la idea, desmoronada con el paso de los juegos, de que Brasil sería una aplanadora ofensiva. Los goles se escondieron, pero la solidez defensiva da pie para que la ‘Seleçao’ se entusiasme con su décimo título de Copa América.
El triunfo 1-0 ante Perú en semifinales, el lunes en Rio de Janeiro, ratificó una tendencia que ha acompañado a la selección brasileña en los últimos cuatro juegos: gana con lo justo y los rivales que la miran a los ojos la complican, pero el sistema defensivo, entonces, apaga cualquier incendio.
«El fútbol es un deporte colectivo en el que usted no domina los noventa minutos. Cuando usted no domina, necesita ser consistente. Cuando llega el punto de equilibrio, usted está más cerca de vencer», explicó el DT Tite tras derrotar a los peruanos en el estadio Olímpico Nilton Santos.
El anfitrión y campeón defensor inició la Copa América-2021 con dos goleadas ante Venezuela (3-0) y Perú (4-0). Después le remontó a Colombia (2-1) y empató con Ecuador (1-1), un resultado que puso fin a un hilo de diez victorias seguidas.
Pasó como líder invicto del Grupo B y en cuartos chocó con Chile. Victoria 1-0 en un juego muy disputado, como el segundo tiempo contra los incas de Ricardo Gareca.
La producción ofensiva retrocedió pese a que en esos juegos Neymar tuvo actuaciones sobresalientes, asistiendo y sellando una alianza para el futuro con Lucas Paquetá.
– Desgaste físico y mental –
«Vamos a buscar el segundo gol para no quedar en un juego peligroso y nervioso. Pero hay un desgaste no sólo físico sino también mental. Hay un desgaste mental muy grande», justifica Tite.
El técnico de Uruguay, Óscar Tabárez, lo expresa de una manera muy inteligente, profesoral. Él dice que en estos juegos se hacen maratones mentales, y creo que él logra traducir bastante bien lo que son las presiones y los trabajos de los jugadores y las comisiones técnicas», explica.
La ‘Canarinha’ ha disputado seis juegos en 22 días en tres ciudades diferentes (Rio, Goiania y Brasilia), en canchas en mal estado, criticadas por Tite y Neymar, y sin el calor de la ‘torcida’ debido a los protocolos sanitarios contra la pandemia.
Aunque la cuota goleadora en las recientes salidas ha estado por debajo de lo esperado, el ‘scratch’ es el equipo más anotador del torneo, con doce goles, en parte por los ‘ahorros’ de las dos primeras jornadas.
«Brasil merece seguir siendo llamada una selección fuerte. Y sigue sin merecer ser tratada como brillante, porque no lo es. Las oscilaciones dentro de los partidos cada vez son más frecuentes», escribe el comentarista Paulo Vinicius Coelho en Globo Esporte.
Contra Colombia, Ecuador, Chile y Perú su ataque hizo lo justo, pero la defensa supo mantener a raya a atacantes de envergadura como Duván Zapata, Juan Guillermo Cuadrado, Luis Muriel, Enner Valencia, Gonzalo Plata, Eduardo Vargas, Alexis Sánchez o Gianluca Lapadula.
– «Protección excepcional» –
El sistema defensivo es tan eficaz que en ninguno de los seis partidos disputados en la Copa América-2021, en los que recibió dos goles, compartiendo con Argentina la honra de tener la valla menos vulnerada, alguno de sus arqueros salió figura.
Ederson, Alisson o Weverton tuvieron acción, especialmente el portero del Manchester City contra Perú y Chile, pero el control de los ataques rivales pasó más por los pivotes del mediocampo -Casemiro y Fred-, los centrales -Thiago Silva, Marquinhos o Eder Militao- y el lateral Danilo.
En promedio, a la ‘verdeamarela’ le disparan 2,5 veces por cotejo, según el portal estadístico SofaScore.
«Quien tenga a Neymar y a Casemiro en la protección de la excepcional zaga formada por Marquinhos y Thiago Silva es fuerte contra cualquier adversario», sostiene Tostao, campeón del mundo en México-1970, en su columna del diario Folha de Sao Paulo.
Con un ataque venido a menos, la fortaleza de la zaga puede ser el arma en la final del torneo, que se disputará el 10 de julio en el mítico Maracaná. El rival se definirá la noche de este martes, en Brasilia, entre la Argentina de un intratable Lionel Messi y la Colombia de Cuadrado.
«Brasil comenzó fuerte la Copa América y llega al final demostrando desgaste, un cierto cansancio. Por eso y por el subibaja dentro de un mismo partido, es previsible que no tendrá una final fácil, sea contra Colombia, violenta, sea contra Argentina, en franco crecimiento», estima Coelho.