El cantante Bruce Springsteen vendió los derechos de su catálogo musical a Sony por unos 500 millones de dólares, informaron el miércoles la revista estadounidense Billboard y el diario The New York Times.
Esta venta, la más reciente de un frenesí de cesiones de derechos entre estrellas mundiales del rock desde 2020, incluye el catálogo musical grabado del artista así como sus creaciones como compositor, incluyendo éxitos como «Born in the U.S.A.» o «Streets of Philadelphia», indicaron fuentes conocedoras del acuerdo a estos medios.
Sony confirmó la adquisición en un comunicado, pero no detalló su monto. «Durante los últimos 50 años, los hombres y mujeres de Sony Music me han tratado con el mayor respeto como artista y como persona», dijo Springsteen en este comunicado de Sony.
«Estoy emocionado de que mi legado continúe siendo cuidado por la compañía y la gente que conozco y en la que confío», afirmó.
– 150 millones de discos –
«The Boss», como es conocido el roquero, vendió más de 150 millones de discos en medio siglo, tiempo en el que permaneció con el sello Columbia Records, filial de la multinacional japonesa Sony.
Nacido en Nueva Jersey, Springsteen es una de las últimas estrellas de la música en vender su catálogo, siguiendo los pasos de Bob Dylan, Tina Turner o Neil Young, que lo hizo solo para una parte de su obra.
Las adquisiciones de derechos musicales experimentan un boom, pues pueden resultar muy rentables en el largo plazo ya que el uso de cada canción, sea una descarga, un fragmento incluido en una película o en una publicidad, genera el pago de derechos.
– Mercado en auge –
Desde 2020, a raíz de la pandemia de covid-19, se han presentado grandes maniobras comerciales por la adquisición de derechos musicales, especialmente con el auge de plataformas de música en streaming.
Los mercados financieros se muestran interesados por estos «portafolios» de artistas reconocidos e intemporales capaces de generar flujos de ingresos estables por la explotación de sus obras.
Transacciones recientes han alcanzado cifras astronómicas, que sin embargo no han sido oficialmente reveladas.
En octubre, Tina Turner, de 81 años, vendió sus derechos musicales al grupo alemán BMG por una suma que se mantiene confidencial.
El año pasado, Bob Dylan, de 80 años, vendió su catálogo publicado a Universal Music por un estimado de 300 millones de dólares. Mientras que Stevie Nicks, de la banda de rock Fleetwood Mac, hizo lo mismo con una parte mayoritaria del catálogo del grupo y habría obtenido 100 millones de dólares.
El cantante estadounidense-canadiense Neil Young y el dúo Blondie también han firmado acuerdos por cantidades aún secretas, al igual que Shakira.
Según expertos del sector, el aumento de precio en los catálogos de artistas comenzó antes de 2020 pero se dispararon con la pandemia debido a que los artistas se vieron privados de realizar giras y conciertos.