Canadá decidió, como parte de un conjunto de medidas económicas contra Rusia y los oligarcas rusos cercanos al presidente Vladimir Putin, cerrar el espacio aéreo a los aviones de Bielorrusia, según informó el Ministerio de Transporte.
“Todas las aeronaves de propiedad directa o indirecta, registradas, fletadas, arrendadas, operadas o controladas por un ciudadano de cualquiera de los Federación de Rusia o de Bielorrusia, tienen prohibido entrar, salir o sobrevolar el espacio aéreo canadiense”, destacó el Ministerio en su perfil oficial de Twitter.
El ministro de la cartera de Transporte, Omar Alghabra, confirmó también la medida, que se aplicará a todos los operadores aéreos que posean un certificado emitido por Rusia y Bielorrusia y que ya ha sido notificada a las aerolíneas que operan en el país.
Esta misma semana, el Ministerio de Exteriores de Canadá impuso un nuevo paquete de sanciones contra quince altos cargos rusos en respuesta a la invasión de Ucrania, por lo que ya son más de 500 los individuos y entidades sancionados por Ottawa desde el inicio de la invasión.
Así mismo, el gobierno canadiense prohibió oficialmente el miércoles a los proveedores de servicios emitir los canales de noticias rusos RT (anteriormente Russia Today) y RT France, indicando que su programación no es de “interés público”.
“La libertad de expresión y la diversidad de puntos de vista son elementos esenciales de nuestra democracia. Sin embargo, transmitir en Canadá es un privilegio, no un derecho”, explicó Ian Scott, presidente del Consejo Canadiense de Radiodifusión y Telecomunicaciones (CRTC).
El organismo público también se mostró preocupado por la “programación de un país extranjero que busca socavar la soberanía de otro, degradar a los canadienses de un determinado origen étnico y minar las instituciones democráticas en Canadá”.
Acusados de ser instrumentos de “desinformación” de Moscú en el marco de su guerra contra Ucrania, los medios estatales rusos RT y Sputnik ya fueron expulsados de la Unión Europea, y sus retransmisiones por televisión e internet se prohibieron desde el 2 de marzo.