El Hotel Cecil, un recinto que se ubica en el centro de Los Ángeles, en el estado de California, es uno de esos lugares que gozan de una mala reputación ganada completamente a pulso.
Por años, el Cecil se convirtió en el lugar de pernocta de asesinos en serie como Richard Ramírez y Jack Unterweger.
También, se dice que Elizabeth Short, la “Dalia Negra” cuyo cuerpo mutilado y picado en dos fue hallado en enero de 1947, visitó el Hotel Cecil poco antes de su muerte.
El halo de misterio que rodea al recinto es de tal magnitud que, este miércoles, Netflix decidió estrenar “Escena del crimen: Desaparición en el Hotel Cecil”.
La serie documental, realizada por Joe Berlinger, expone el caso de Elisa Lam, una estudiante canadiense a la que se halló, sin vida, dentro del tanque de agua del Hotel Cecil, en febrero de 2013.
En la víspera de la premier, Amy Price, quien por una década fue la gerente del albergue, ofreció algunas declaraciones a la prensa.
Price, quien estuvo presente durante el levantamiento forense del cadáver de Lam, confesó que llegó al Cecil por mera casualidad.
“Al principio sólo ayudaba al marido de una amiga a hacer un trabajo en el hotel y se convirtió en una carrera de 10 años”, dijo.
“Ni siquiera investigué sobre el hotel antes de empezar a trabajar allí. Ni siquiera me hicieron una entrevista”, añadió la mujer.
Para ex gerente, la impresión que tiene la gente sobre el Hotel Cecil es el resultado “de los eventos desafortunados allí sucedidos”.
“Creo que mucho de esto es circunstancial. No es el hotel el que ha creado toda la oscuridad. Son las circunstancias a lo largo del tiempo”, comentó.