Miles de cocaleros opositores marchan este miércoles hacia La Paz para exigir al presidente de Bolivia, Luis Arce, el cierre de un nuevo mercado en el que sectores afines al gobierno comercializan la planta de coca.
Por ley solo debe funcionar el mercado de la Asociación Departamental de Productores de la Hoja de Coca (Adepoca), que es opositora, pero el gobierno apoya un mercado paralelo gestionado por cocaleros del oficialista Movimiento al Socialismo (MAS).
El máximo líder de la Adepoca, Freddy Machicado, dijo a la AFP que piden «el cierre de este mercado paralelo clandestino que pretenden hacer funcionar» con «con fines electorales y políticos.»
En la ciudad de La Paz opera desde hace casi medio siglo el mercado de Adepcoca, que comercializa de manera legal la hoja de coca que se produce en los valles subandinos de los Yungas.
Empero en los últimos años comenzó a funcionar otro mercado con el mismo fin, pero Adepcoca alega que no solo es ilegal, sino que además les causa perjuicios económicos.
El gobierno argumenta que los dirigentes que administran el nuevo mercadon fueron elegidos democráticamente y que el problema es entre dos grupos privados.
La disputa provocó en los últimos dos años violentos enfrentamientos callejeros entre campesinos y policías, que resguardan el mercado que cuenta con el apoyo del gobierno.
Machicado dijo que la marcha era pacífica, y que si se desata violencia, van a responsabilizar al gobierno por hacer oídos sordos a sus pedidos.
La marcha hacia La Paz comenzó el domingo desde los Yungas, región ubicada a unos 100 km que se eleva a entre 1.200 y 1.800 metros de altura, y espera llegar a la Sede de gobierno en la mañana del jueves.
Los caminantes cruzaron este miércoles el nevado andino La Cumbre, a unos 4.000 metros sobre el nivel del mar.
Machicado asegura que «ya hemos pasado los 30.000» afiliados de Adepcoca que participan en la marcha portando banderas bolivianas y lanzando consignas como «¡Viva la coca! ¡Viva Los Yungas!»
En su ascenso a La Cumbre hacen una pausa para descansar, alimentarse y mascar coca que -según ellos- ayuda a mitigar el cansancio y es fuente de energía.
Marina Botitano, cocalera de 52 años, deja de mascar por unos minutos la milenaria planta para decir a la AFP: «Queremos que cierren ese mercado ilegal, porque nos está afectando a nosotros económicamente».
Alrededor del 90% del negocio de la hoja de coca legal de Bolivia, con un valor de unos 173 millones de dólares al año, pasa por el mercado de Adepcoca, según cifras de la ONU.
AFP.