Las protestas en Ecuador contra la carestía de vida y las políticas económicas del Gobierno del presidente Guillermo Lasso tuvieron este martes su segunda víctima mortal, un hecho que el movimiento indígena atribuyó a la represión policial, mientras que la Policía negó tener responsabilidad.
La Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonía Ecuatoriana (Confeniae) denunció la muerte de Byron Guatatuca durante las manifestaciones en un sector cercano a la ciudad amazónica de Puyo, la capital de la provincia de Pastaza.
La Confeniae, filial de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), aseguró que la víctima sufrió un disparo a quemarropa y responsabilizó del suceso al Gobierno del conservador Lasso.
En las imágenes difundidas en redes sociales por la Confenaie se puede apreciar al joven tendido en el suelo con una prominente herida en la frente y rodeado de un charco de sangre.
No obstante, la Policía deslindó su responsabilidad al afirmar que el fallecimiento se debió a la manipulación de un explosivo.
«Se presume que la persona falleció por la manipulación de un artefacto explosivo», dijo la institución del orden en un comunicado al precisar que «no utiliza explosivos para el control del orden público».
La misma Policía agregó que sus agentes actúan en apego al respeto a los derechos humanos y que contribuirá en la investigación que se abrirá en torno a este caso.
La muerte de este manifestante en Pastaza se suma a la de otro en la zona de Collas, cerca de Quito, donde un joven falleció al caer por una ladera cuando un piquete de agentes trataba de contener el ingreso de un grupo de manifestantes a la capital del país, según las versiones de organizaciones de derechos humanos.
La Conaie, principal convocante de la movilización social que se lleva a cabo desde el lunes 13 de junio, ha denunciado un abuso de la represión contra las manifestaciones por parte de la Policía y los militares.
El Gobierno del presidente Lasso ha declarado en estado de excepción a las provincias andinas de Imbabura, Pichincha, Cotopaxi, Tungurahua y Chimborazo, así como a la amazónica de Pastaza, en su afán de contener la movilización indígena que se ha instalado con fuerza en Quito.
AFP