Uno de los principales opositores al Kremlin que todavía viven en Rusia, Vladimir Kara-Murza, fue detenido el lunes cerca de su domicilio, según su abogado, Vadim Projorov.
Las razones de esta detención no se hicieron públicas por el momento y las autoridades no hicieron declaraciones, pero Kara-Murza criticó recientemente en varias ocasiones la intervención militar de Moscú en Ucrania.
Rusia reforzó su arsenal legislativo para hacer frente a las críticas por la operación militar. Publicar información sobre el ejército considerada falsa por el gobierno puede ser castigado con 15 años de prisión.
Además, se multiplicaron las detenciones de manifestantes y los cierres de oenegés, medios independientes y el bloqueo de redes sociales.
Kara-Murza, de 40 años, es un antiguo periodista cercano al opositor Boris Nemtsov, asesinado en los alrededores del Kremlin en 2015, y de Mijaíl Jodorkovski, un oligarca que se volvió crítico con Vladimir Putin.
Kara-Murza afirma haber sido envenenado en dos ocasiones por sus actividades políticas, en 2015 y en 2017.
A pesar de todo, sigue viviendo en Rusia, mientras que muchas figuras de la oposición se marcharon al exilio, sobre todo después del envenenamiento el año pasado de Alexéi Navalni, la bestia negra del Kremlin.
AFP.