Dos nuevas explosiones mantienen en vilo a la población en Ecuador, luego que el miércoles se registraran dos sucesos ligados a carros bomba en Quito, por lo que los hechos de violencia se multiplican en el país meridional, que también presenta motines en algunas cárceles.
Una de las explosiones se produjo durante la madrugada del viernes en un puente que conecta las ciudades de Machala y El Guabo, en la provincia costera de El Oro.
El hecho no dejó heridos ni víctimas pero el paso permanece cerrado mientras se evalúa la estructura, informó a la Associated Press (AP) el comandante de policía de esa zona, Luis García.
La otra detonación se dio la noche del jueves debajo de un puente que une las ciudades de Archidona y Tena, en la provincia de Napo.
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Se trató de un tanque de gas de uso doméstico al cual se le adhirieron tacos de dinamita, según informó a AP el comandante de la policía local, Fausto Martínez.
La autoridad policial explicó que se trataba de dos tanques de los cuales sólo uno detonó.
Por este hecho resultaron detenidos cuatro sospechosos, en medio de un operativo desplegado a pocos minutos de ocurrida la explosión.
Martínez relató que durante la captura de tres adultos y un menor, que se movilizaban en un taxi, se encontraron 50 tacos de dinamita. Estos, “ya estaban sincronizados en un artefacto explosivo” con mecha lenta y cápsulas detonantes. Agentes especializados los desactivaron en dos explosiones controladas.
Presos de seis cárceles tienen retenidos a 57 guardias y policías
Presos de seis cárceles de Ecuador tienen retenidos a 57 guardias penitenciarios y policías en protesta por operativos de seguridad de la fuerza pública en las prisiones, indicó el jueves el organismo rector de los reclusorios (SNAI).
En medio de una jornada violenta por el estallido de dos coches bomba en Quito, la entidad señaló en un comunicado que siete policías y 50 agentes carceleros «están retenidos en seis centros de privación de libertad», sin ahondar en más detalles.
Más temprano el ministro de Interior, Juan Zapata, había anotado que todos los guardias estaban retenidos en la prisión de Cuenca, donde los reclusos protestan desde el miércoles por la presión policial, reseñó AFP.
«Este suceso sería una respuesta de los grupos criminales ante las intervenciones de la fuerza pública en los centros penitenciarios del país, cuyo propósito es el decomiso de objetos prohibidos que son utilizados en hechos violentos», indicó el SNAI.