Estados Unidos y China acordaron una reducción recíproca de aranceles, en lo que representa un primer paso hacia la desescalada de su prolongada guerra comercial. Según anunció este lunes el secretario del Tesoro de EE.UU., Scott Bessent, las importaciones chinas pasarán a pagar un arancel del 30 %, mientras que los productos estadounidenses afrontarán un 10 % de derechos de aduana en China.
La medida estará vigente por 90 días, mientras ambas partes continúan negociaciones para alcanzar un acuerdo definitivo.
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Durante las conversaciones sostenidas este fin de semana, también se abordó por primera vez la crisis del fentanilo en Estados Unidos. El alto representante comercial, Jamieson Greer, calificó el diálogo como “sorprendente”, y destacó que China mostró disposición a colaborar en la lucha contra la producción y exportación ilegal de los químicos usados para fabricar esta droga.
“Era la primera vez que China entendía la magnitud de lo que pasa en Estados Unidos”, afirmó Greer, según la información compartida por EFE.
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Bessent celebró el clima de respeto y cooperación durante los dos días de reuniones y destacó que ambas potencias han acordado establecer un mecanismo de consulta para prevenir futuras escaladas comerciales.