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El pueblo polaco de Przewodow, en la frontera con Ucrania, conmocionado tras impacto de misil

Cuando una explosión sacudió el pequeño pueblo polaco de Przewodow, pegado a la frontera con Ucrania, Joanna Magus pensó primero que algo había sucedido en el almacén de secado de cereales.

La realidad era mucho peor: un misil cayó en la localidad y mató a dos personas, poniendo al pueblo en el centro de una peligroso giro en la guerra en Ucrania.

«Tengo miedo. No dormí en toda la noche», dijo a la AFP Joanna Magus, de 60 años y profesora en una escuela elemental en este pueblo situado a seis kilómetros de la frontera.

«Espero que sea un misil perdido porque, si no es el caso, estamos indefensos», explicó en su camino al trabajo, en esta localidad de unos 500 habitantes.

Rusia acusó el miércoles a Ucrania de la explosión. El presidente de Polonia, Andrzej Duda, dijo que era muy probable que fuera un cohete disparado por la defensa antimisiles de Ucrania contra un ataque ruso.

Según el ministerio polaco de Exteriores, la explosión tuvo lugar a las 14H40 GMT del martes.

Vecinos del pueblo declararon que había impactado contra una planta de secado de cereales, situada cerca de la escuela.

Cuando el proyectil estalló, Magus estaba sentada en su casa. Sus ventanas dan al silo.

«Oí una gran explosión, una explosión terrible. Subí para la ventana y vi una enorme nube de humo oscuro (…) Vi a gente corriendo», dijo.

«Pensé que quizás había ocurrido algo en el silo, que uno de los aparatos se había rotó y había explotado», añadió.

 

– «Pánico total» –

 

La mujer dijo que su marido estaba en el exterior en ese momento, cerca de lugar de la explosión. Entonces lo llamó y supo que había visto «más o menos lo que había pasado».

«Estaba aterrorizado. Dijo que algo había explotado y que se temía que habían muerto dos personas. Era el pánico total», indicó.

Las dos víctimas mortales eran dos hombres sexagenarios que trabajaban en las instalaciones de secado.

Ewa Byra, directora de la escuela elemental de Przewodow, dijo que uno de los fallecidos estaba casado con una de las mujeres que limpian el establecimiento. El otro hombre era padre de un exalumno.

«No nos esperábamos una cosa así, incluso si los accidentes ocurren, sobre todo cuando la guerra pasa a sólo seis kilómetros del pueblo», dijo a la AFP.

La responsable anunció que se pondría en marcha una célula de apoyo psicológico para los alumnos, y para cualquier vecino que se presentara en la escuela.

Un periodista de la AFP en la localidad constató que la policía había acordonado el lugar de la explosión. Varios agentes estaban a lo largo de la carretera que lleva a este pequeño pueblo que, además de la escuela y las casas, cuenta con una iglesia y un cementerio.

El cura Bogdan Wazny explicó a la AFP que el pueblo se vació en cuanto se supo la noticia del misil. Nadie fue a la misa del martes por la tarde, algo sin precedentes en esta región muy católica.

Conocía bien a las dos víctimas, dijo el sacerdote.

«Eran muy amables. Ayudaban en la parroquia cada vez que se lo pedía», agregó el sacerdote.

«Acabamos de rehacer la fachada de la iglesia y uno de los dos hombres echó una mano», precisó.

La comuna donde se encuentra Przewodow anunció tres días de duelo por el incidente.

AFP