El ex congresista estadounidense Lincoln Díaz-Balart, un feroz defensor de la democracia cubana y de los derechos de los inmigrantes, falleció a la edad de 70 años. Su hermano, el congresista Mario Díaz-Balart (R-FL), confirmó la noticia en un comunicado el lunes por la mañana en nombre de la familia.
«Con gran pesar anunciamos el fallecimiento de Lincoln Díaz-Balart», se lee en parte del comunicado de la familia.
— Mario Díaz-Balart (@MarioDB) March 3, 2025
Un legado de lucha y compromiso
Díaz-Balart, quien representó al 21º distrito de Florida en la Cámara de Representantes durante 18 años, fue una pieza fundamental en la política estadounidense en relación con Cuba. Fue el autor de la disposición dentro de la Ley Helms-Burton de 1996 que condiciona el levantamiento de sanciones a la isla a avances democráticos. Además, impulsó la Ley de Ajuste Nicaragüense y Alivio Centroamericano (NACARA) de 1997, que benefició a miles de inmigrantes.
Una vida marcada por el exilio
Nacido en La Habana en 1954, Díaz-Balart llegó a Estados Unidos tras la revolución cubana, experiencia que definió su carrera política. Antes de llegar al Congreso, sirvió en la legislatura de Florida y, ya en Washington, se convirtió en el primer hispano en formar parte del influyente Comité de Reglas de la Cámara. También jugó un papel clave en la creación del Departamento de Seguridad Nacional y en la extensión de la Ley de Derechos Electorales.
Un referente para la comunidad
El excongresista deja un legado imborrable en la política y en la comunidad cubanoamericana. A Díaz-Balart le sobreviven su esposa Cristina, su hijo Daniel y su nuera Estefanía, así como sus nietos y hermanos. Su familia ha anunciado que se celebrará una misa pública en su memoria, cuyos detalles serán comunicados próximamente.
La noticia de su fallecimiento ha generado múltiples muestras de condolencias y reconocimiento a su trayectoria, consolidando su lugar en la historia del exilio cubano y la política estadounidense.