Aviones de guerra griegos escoltaron este domingo un vuelo de Ryanair que iba de Polonia a Grecia a raíz de una alerta de bomba, que resultó ser falsa, informaron este domingo las autoridades griegas.
A última hora de la tarde, la policía griega indicó que no se había encontrado ningún artefacto explosivo a bordo del avión, un Boeing 737 que llevaba más de 190 personas a bordo y que aterrizó poco antes de las 16H00 GMT en el aeropuerto internacional de Atenas.
El registro de pasajeros y de la aeronave «no condujo al hallazgo de nada sospechoso», explicó la policía griega en un comunicado.
Los dos cazas habían interceptado al avión de línea cuando entraba en el espacio aéreo griego. Antes, la nave había sido escoltada por aviones húngaros.
El avión aterrizó en una parte aislada del aeropuerto internacional de Atenas, donde fue inspeccionado por artificieros.
Piotr Adamczyk, un funcionario del aeropuerto de Katowice, afirmó que recibieron una llamada de advertencia cuando el avión se encontraba encima de Eslovaquia.
«Después de que el avión despegó, llegó una llamada al centro de información del aeropuerto que apuntó a la posible presencia de un aparato explosivo a bordo», dijo Adamczyk a AFP.
«Contactamos con el control del tráfico aéreo, que posteriormente se puso en contacto con los pilotos», añadió.
AFP.