Los familiares de los combatientes ucranianos atrapados en la acería de Azovstal, el último enclave de resistencia a las fuerzas rusas en el puerto estratégico de Mariúpol, lanzaron el sábado un llamamiento de ayuda al presidente chino Xi Jinping, pidiéndole que ayudara evacuarlos.
«Hay una persona en el mundo a la que Putin le resultaría difícil decir que no. Confiamos en que China, fuerte y noble, pueda tomar decisiones difíciles por una buena causa», dijo Natalia Zarytska, esposa de un combatiente, en una conferencia de prensa en Kiev.
«Llamamos a su Excelencia, el presidente chino Xi Jinping, a mostrar una gran sabiduría oriental y a trabajar para salvar a los defensores de Mariúpol», añadió, en una sala donde se había colgado un retrato del líder chino.
Citando mensajes enviados por su marido, afirmó que los rusos están retrasando deliberadamente las cosas, para prolongar la «tortura» de los combatientes.
Cerca de 1.000 soldados ucranianos siguen presentes en las galerías subterráneas de esta inmensa acería.
Unos 600 están heridos y «son blanco de todo tipo de armas lanzadas desde mar, aire y tierra, inclusive prohibidas. No es la guerra, es una masacre», dijo uno de sus comandantes.
China se ha negado hasta ahora a condenar la guerra.
Durante días, los familiares y algunos combatientes de Azovstal han estado pidiendo ayuda, solicitando el apoyo de Turquía, Estados Unidos y ahora China.
AFP.