Con un despliegue de música, danza y carros alegóricos, miles de bailarines y artistas animan el colorido Festival Folclórico de Parintins, un espectáculo a la altura del carnaval en el corazón de la Amazonía.
La 56º edición de esta fiesta popular, uno de los eventos culturales más importantes de Brasil, inició el viernes pasado y cierra la noche de este domingo en la isla de Parintins, a la margen del río Amazonas, a unos 370 kilómetros de la capital estatal, Manaos.
Se esperaba la asistencia de alrededor de 75.000 espectadores durante las tres noches de festival, también conocido como el Boi Bumbá, nombre de una danza tradicional del norte y noreste brasileño, de gran parecido con los desfiles de las escuelas de samba del carnaval.
En el «Bumbódromo» de Parintins, una arena donde se celebra la fiesta desde 1988, Eloiza Amaral, estudiante de 19 años, disfrutaba de la fiesta por primera vez: «Es un orgullo ser parte de ese pueblo de la selva; es maravilloso poder compartir el folclore de esta cultura tan rica», dijo a la AFP.
De acuerdo con la tradición que data de hace unos cien años, dos grupos disputan el título representando el boi bumbá: por un lado está «Garantido», simbolizado por el color rojo; por otro, «Caprichoso», de azul.
Las presentaciones giran en torno a una leyenda local sobre un buey resucitado: los rojos llevan un buey blanco, y los azules, uno negro.
Los dos grupos despliegan en actuaciones de dos horas y media temas relacionados con leyendas y rituales de las etnias indígenas y de la cultura popular amazónica durante las tres noches del evento, celebrado anualmente el último fin de semana de junio.
El viernes, en la apertura, los artistas de Garantido honraron al cacique Raoni Metuktire, líder indígena kayapó, reconocido por su lucha por la preservación de la Amazonía y los pueblos indígenas.
El tema de Garantido este año busca promover un manifiesto de los pueblos de la selva en defensa de la vida, destacando que es necesario luchar para que la intolerancia no divida y empobrezca culturalmente al mundo.
El de Caprichoso se basa en «El grito del pueblo guerrero», un homenaje a los ancestros.
– «Como la primera vez» –
La fiesta atrajo a la isla a unos 120.000 turistas, según la Empresa Estatal de Turismo de Amazonas (Amazonastur).
Antes de cada noche de festival, seguidores de ambos bandos llegan a pasar más de 10 horas afuera del Bumbódromo haciendo largas filas para alentar a su favorito.
Entre ellos, Naiara Souza, diseñadora industrial de 35 años, esperó sin queja «por amor al buey, a toda esa cultura y esa energía que solo conoce quien participa» del festival.
Tras bambalinas, la adrenalina está a flor de piel. Zeca Dantas, músico de 50 años, siente «un frío en la barriga, como si fuese siempre la primera vez».
«La presión es grande, escuchar a todos tocando sus instrumentos mientras esperan para entrar… es como un equipo entrando a un estadio lleno», comentó.
Cuando salen a escena, cada uno a su turno, la pista se llena de trajes de plumas, bailes exóticos y diversión.
Alexandre Brandao, un jubilado de 78 años, cumplió un «sueño» al presenciar el espectáculo: «Nunca había visto de cerca esta maravilla», dijo a la AFP.
El ganador de la disputa surge de la decisión de un jurado de diez personas.
El evento es reconocido como patrimonio cultural de Brasil desde 2018.
AFP