Fiona arrastró varias casas al mar, arrancó los tejados de otras y dejó sin electricidad a la mayoría de dos provincias canadienses el sábado, tras tocar tierra como un poderoso ciclón postropical.
No hubo confirmación inmediata de muertos y heridos. El sistema pasó de huracán a tormenta postropical el viernes en la noche, pero los meteorólogos alertaron que acarreaba vientos huracanados, lluvias intensas y marejadas fuertes.
Las marejadas golpearon la ciudad de Channel-Port Aux Basques, en la costa sur de Terranova, donde construcciones enteras fueron arrastradas al mar. El alcalde Brian Button reveló el sábado a través de las redes sociales que la gente estaba siendo evacuada a terrenos más altos y que los vientos derribaron las líneas eléctricas.
Button dijo que cualquier persona a la que se le haya dicho que abandone su casa tiene que hacerlo.
“Estoy viendo casas en el océano. Veo escombros flotando por todas partes. Es una destrucción total y absoluta. Hay un apartamento que ha desaparecido, que es literalmente sólo escombros”, declaró René J. Roy, residente de Channel-Port Aux Basques y director editorial de Wreckhouse Press, en una entrevista telefónica.
Roy calculó que entre ocho y 12 casas y otros inmuebles fueron arrastrados al mar. “Es muy aterrador. Estoy viendo erosión costera. Veo una casa colgando en el aire”, agregó Roy.
Más de 415,000 clientes de la empresa eléctrica Nova Scotia Power —alrededor del 45% del total provincial de casi un millón— sufrieron apagones el sábado por la mañana. Adicionalmente, otros 82,000 usuarios en la provincia de la Isla del Príncipe Eduardo también estaban sin electricidad. NB Power en New Brunswick informó que 44,329 de sus clientes estaban sin electricidad.
Fiona, que avanzó a gran velocidad, tocó tierra en Nueva Escocia antes del amanecer del sábado, con una potencia menor a la de huracán de categoría 4 que tuvo la víspera al pasar cerca de Bermudas, donde las autoridades no reportaron daños graves.
El Centro de Huracanes de Canadá tuiteó el sábado que Fiona tiene la presión más baja jamás registrada para una tormenta que haya tocado tierra enel país. Los meteorólogos habían advertido que podría ser una de las tormentas más poderosas que azotara el país.
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