Miles de peregrinos de todas las edades y orígenes participaron el domingo, en vísperas de la misa de la Asunción, en una procesión con antorchas a la gloria de la Virgen María en el santuario católico francés de Lourdes.
Unas 15.000 personas, según la dirección del santuario, caminaron el domingo, antorcha en mano y tras la caída del sol, detrás de una estatua blanca de la Virgen María, cantando y recitando el Ave María. Precediendo la multitud había cientos de enfermos en sillas de ruedas.
Las portuguesas Edite Antunes, de 67 años, y Maria Silva, de 58, dijeron estar «emocionadas» de venir aquí por primera vez, sobre todo porque a causa de las restricciones anticovid no pudieron ir los últimos años al santuario portugués de Fatima.
Precisamente las restricciones sanitarias redujeron desde 2020 el número de peregrinos en Lourdes. Y es que si antes de la pandemia llegaron a ser 3,5 millones al año, en 2020 sólo fueron 800.000, y luego 1,6 millones en 2021.
Este año se esperan también alrededor de 1,6 millones de peregrinos en Lourdes, según declaró a AFP el director de comunicación del santuario, David Torchala, cuyo presupuesto anual de 30 millones de euros se financia exclusivamente con donaciones de los fieles.
– Agua bendita –
Desde su creación en 1873, la peregrinación de Lourdes, uno de los santuarios católicos más emblemáticos del mundo, celebra la subida a los cielos de María, una creencia que existía desde hacía siglos hasta que el papa Pío XII erigió la Asunción en dogma en 1950.
Según la teología católica, María, preservada de todo pecado desde su concepción para poder traer al mundo al hijo de Dios, no podía conocer la corrupción debida al pecado después de su muerte.
El domingo, después de la procesión y antes de la misa de este lunes, muchos fieles hicieron cola delante de los grifos de agua bendita para llevársela a casa.
La sequía que azota Francia dificultó en los últimos días el suministro de agua potable en algunos municipios franceses, pero el agua de Lourdes, bendita para los creyentes, no faltó este año.
El santuario dispone de un sistema de almacenamiento de agua procedente de la gruta de Massabielle, donde según la tradición católica se apareció la Virgen María a Bernadette Soubirous en el año 1858.
Durante la temporada baja, este sistema permite almacenar suficiente agua para los muchos peregrinos que vienen en verano, según explica a AFP el director técnico del santuario, Sébastien Maysounave.
AFP