Human Rights Watch (HRW) denunció este viernes un «hacinamiento extremo» en las cárceles de El Salvador bajo el régimen de excepción declarado hace 10 meses para combatir a las pandillas.
«Las autoridades salvadoreñas han sometido a las personas detenidas, incluyendo a cientos de niños, a un hacinamiento extremo en centros de detención abarrotados», declaró la directora para las Américas en funciones de HRW, Tamara Taraciuk Broner, en un comunicado.
El régimen de excepción impulsado por el presidente Nayib Bukele, que permite arrestos sin orden judicial, fue declarado por el Congreso salvadoreño en respuesta a una escalada de violencia que dejó 87 muertos, del 25 al 27 de marzo de 2022.
Desde entonces han sido detenidos más 61.000 presuntos pandilleros, pero los métodos de Bukele han sido cuestionados por otras organizaciones no gubernamentales, entre ellas HRW, y por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
«Las autoridades salvadoreñas deberían reemplazar el régimen de excepción con una estrategia sostenible y respetuosa de los derechos humanos», indicó HRW, que hizo esta denuncia tras conseguir una «base de datos» que supuestamente pertenecería al ministerio de Justicia y Seguridad Pública salvadoreño.
«Esta base de datos permite corroborar graves violaciones de derechos humanos cometidas durante el régimen de excepción», dijo Taraciuk Broner.
Entre los detenidos desde fines de marzo y agosto de año pasado 32 murieron en prisión, según HRW. Entre los arrestados había 1.082 menores de edad, incluidas 164 mujeres.
La base de datos detalla «los nombres, las edades y el género» de los detenidos y para «evaluar la autenticidad» del archivo HRW «comparó» las identidades registradas con «casos documentados» de detenidos, consiguiendo al menos 300 coincidencias.
Las autoridades salvadoreñas no han confirmado la veracidad de esta base de datos.
Bukele ha desestimado las críticas a su campaña y ha acusado a las organizaciones de derechos humanos de «defender» a los pandilleros.
El gobierno de Bukele avanza en la construcción de una megacárcel para pandilleros con capacidad para 40.000 reclusos.
La veintena de cárceles del país tiene actualmente capacidad para 30.000 presos.
AFP.