Con tanta esperanza como presión por acabar con su maldición en los Mundiales, Inglaterra enfrentará el lunes a Irán en un estreno en Catar-2022 que atraerá muchos focos por posibles gestos políticos en ambos equipos.
Desoyendo los pedidos de la FIFA a evitar este tipo de mensajes, Inglaterra fijó posición desde su llegada a Catar a bordo de un avión denominado ‘Rain Bow’ (arcoíris) y decorado con el dibujo de un personaje ícono de la comunidad LGBTQ+.
Sobre el campo, Harry Kane será uno de los capitanes europeos que portará un brazalete arcoíris, símbolo de la lucha contra la homofobia, en un país donde la homosexualidad está perseguida.
La acción puede generar una sanción económica de la FIFA pero la federación inglesa ya ha avanzado que no tiene problema alguno en afrontarla.
En el bando iraní, su tercera participación consecutiva en un Mundial se ve inmersa en el clima de protestas sin precedentes que vive el país y su represión con puño de hierro por el régimen.
Las manifestaciones se desencadenaron dos meses atrás por la muerte en detención de Mahsa Amini, una joven kurda iraní, arrestada por infringir el estricto código de vestimenta de la República Islámica.
La revuelta ha fracturado internamente al grupo que dirige el portugués Carlos Queiroz con algunos de sus integrantes, como la estrella Sardar Azmoun (Bayer Leverkusen), expresando su respaldo al movimiento.
En este contexto, las reacciones del ‘Team Melli’ durante el himno y después de los goles serán escrutadas de cerca sobre el césped del Khalifa International Stadium (45.000 espectadores).
– Southgate bajo la lupa –
En el plano futbolístico, Inglaterra aspira a comenzar con buen pie un camino que le lleve hacia su primer gran título en más de medio siglo.
Los británicos, cuyo único triunfo mundialista se remonta a 1966, se han ganado la etiqueta de candidatos después de llegar hasta las semifinalistas de Rusia-2018 y a la final de la Eurocopa de 2021.
En sus seis años en el banquillo inglés, el técnico Gareth Southgate ha reconstruido un equipo hundido y devuelto la ilusión a sus apasionados pero escépticos aficionados.
Sin embargo la imagen de Southgate, considerado un técnico demasiado defensivo por sus críticos, se ha desgastado por los tropiezos de su equipo en los momentos decisivos y la reciente mala racha de resultados, que incluyen seis partidos sin ganar y un descenso en la Nations League.
Aún así, los mensajes que salen desde el vestuario son de claro respaldo al ex defensa internacional.
«Creo que es una locura. Las percepciones de la gente cambian tan rápido», dijo el zaguero Eric Dier sobre las críticas al entrenador.
«Hay que recordar lo que hacía Inglaterra antes. Él ha llevado a Inglaterra a las semifinales del Mundial y a la final de la Eurocopa. Pequeños detalles cambiaron esos resultados», aseguró.
Southgate tendrá a su disposición uno de los planteles más exuberantes de Catar, con futbolistas tan desequilibrantes como Raheem Sterling, Phil Foden o la nueva sensación Jude Bellingham creando ocasiones para el gran artillero Harry Kane.
Sus principales dolores de cabeza provienen de la defensa, donde no puede contar con Reece James y Kyle Walker y preocupa el estado de forma de Harry Maguire.
Encuadrada en el Grupo B, Inglaterra está obligada a sumar los tres puntos ante Irán si quiere sellar la clasificación por anticipado ante Estados Unidos y evitar así un duelo de alta tensión en el cierre ante Gales.
AFP.