Sergio Cabral, exgobernador de Rio de Janeiro acusado de recibir astronómicos sobornos para la construcción de obras del Mundial-2014 y los Juegos Olímpicos-2016, saldrá pronto de la cárcel tras seis años preso, gracias a un fallo del máximo tribunal de Brasil.
A última hora del viernes, por tres votos contra dos, los magistrados del Supremo Tribunal Federal (STF) decidieron que Cabral, de 59 años, podrá pasar a arresto domiciliario en espera de la sentencia de apelación.
Los abogados de Cabral estiman que probablemente saldrá de prisión el lunes.
Considerado en Brasil como un político icono de la corrupción, el exgobernador fue condenado en 23 casos a más de 425 años de prisión, pero aún debe ser juzgado en apelación en instancias superiores.
Los fiscales lo acusan de haber comprado cantidades de joyas y otros artículos de lujo con el dinero malversado, que también habría utilizado para pagar un curso de equitación para su hijo.
El juez del STF Gilmar Mendes, cuyo voto fue decisivo el viernes, dijo que el acusado no podía permanecer «indefinidamente» bajo una medida preventiva, tomada para evitar la posible destrucción de pruebas si esperaba su juicio en libertad.
Pero el magistrado aclaró que esa decisión no significa «en ningún caso la absolución» de Cabral.
Periodista de formación e hijo de un reconocido escritor, Cabral fue gobernador de Rio de 2007 a 2014, años en que Brasil se adjudicó la organización de la Copa del Mundo de 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016.
Según los fiscales, cada licitación de obras públicas siguió la «regla del 5%», pagada en forma de sobornos, incluso durante la remodelación del mítico estadio Maracaná para la copa mundial de fútbol.
Las revelaciones de la corrupción a gran escala que involucran a Cabral han conmocionado profundamente a la opinión pública. El desvío de fondos afectó directamente las finanzas públicas del estado de Rio, que quedó al borde de la bancarrota después de los Juegos Olímpicos.
AFP.