El ejército de Israel efectuó una «operación selectiva» con tanques e infantería por la noche en la Franja de Gaza, en preparación para una incursión terrestre en este territorio palestino controlado por Hamás, informó un comunicado militar.
Esta probable operación preocupa seriamente a la comunidad internacional, que teme un aumento dramático del número de víctimas civiles en este enclave donde viven hacinadas 2,4 millones de personas.
El ataque llevado a cabo por el movimiento islamista Hamás el 7 de octubre, que desencadeno esta guerra, dejó más de 1.400 muertos en Israel, entre ellos más de 300 militares, según las autoridades.
Por su parte, el ministerio de Salud de Hamás afirmó que más de 7.000 personas murieron por los ataques israelíes en represalia en la Franja de Gaza, entre ellos 2.913 niños.
«Durante la noche, el ejército llevó a cabo una operación selectiva con tanques en el norte de la Franja de Gaza, como parte de los preparativos para las siguientes fases de combate», indicó el jueves un comunicado del portavoz militar israelí.
«Los soldados salieron de la zona al final de la actividad», agregó.
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El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo la noche del miércoles que, junto al intenso bombardeo contra Gaza, «estamos preparando una ofensiva terrestre».
Imágenes de video en blanco y negro subidas por el ejército mostraron una columna de vehículos blindados y niveladoras que atraviesan lo que parece ser una cerca fronteriza.
AFP verificó que el sitio era el sur de la ciudad israelí de Ashkelon pero no pudo determinar cuándo fue grabado el video.
Otro video parece mostrar un bombardeo aéreo y edificios atacados con municiones, con esquirlas volando por el aire junto a una columna de humo.
Israel, que bombardea sin descanso la Franja de Gaza, también sometió este territorio a un «asedio total» que priva a sus habitantes de agua, comida y electricidad.
Imágenes satelitales publicadas el jueves muestra la magnitud de la destrucción en Gaza, arrasada por las bombas.
– Ofensiva terrestre –
Ante los crecientes llamados internacionales a atemperar su feroz campaña de bombardeos, Netanyahu anunció que continuará con planes para una guerra terrestre para cumplir su objetivo de «aniquilar» el grupo Hamás.
Jactándose de «llover fuego infernal sobre Hamás» y de matar a «miles de terroristas», Netanyahu aseguró que su gabinete de guerra y el ejército decidirán el momento de la «ofensiva terrestre».
El presidente francés, Emmanuel Macron, advirtió el miércoles en El Cairo que «una intervención masiva que pone en peligro la vida de la población civil (…) es un error».
El presidente estadounidense, Joe Biden, es otro de los líderes que han pedido a Israel «proteger a los civiles inocentes» en su campaña contra Hamás.
«Cuando termine la crisis, tiene que haber una visión de lo que vendrá después», dijo Biden el miércoles, reiterando su apoyo a una solución de dos Estados, uno palestino y otro israelí.
Unas 220 personas fueron secuestradas por los combatientes de Hamás durante el ataque contra Israel, según las últimas cifras divulgadas el jueves por las autoridades israelíes. Cuatro mujeres fueron liberadas desde el viernes.
– «Pausas» humanitarias –
En la Franja de Gaza, barrios enteros han sido arrasados, los médicos en los hospitales están desbordados con heridos y deben realizar intervenciones sin anestesia.
«No es una guerra contra Hamás, es una guerra contra los niños», fustigó Abu Ali, un poblador de Gaza, luego de que su casa fuera bombardeada en Rafah. «Es una masacre».
Estados Unidos propuso «pausas» para facilitar la entrega de ayuda humanitaria. Los 27 países de la Unión Europea debatirán este jueves en Bruselas esta petición.
Cerca de 1,4 millones de personas, más de la mitad de la población de la Franja de Gaza, han sido desplazadas huyendo de los bombardeos israelíes, según la ONU.
«Ningún lugar es seguro en Gaza», afirmó no obstante el jueves Lynn Hastings, coordinadora de asuntos humanitarios de la ONU para los territorios palestinos.
Menos de 70 camiones con ayuda han ingresado al territorio desde el inicio de la guerra.
Israel ha impedido el ingreso de combustible por temor a que Hamás lo utilice para cohetes y explosivos, pero los organismos de socorro advierten que más personas morirán sin combustible porque no podrán utilizarse equipos médicos, plantas de desalinización de agua y ambulancias.
La ONU señala que 12 de los 35 hospitales del enclave han cerrado por daños o falta de combustible para sus generadores eléctricos.
– Explosión regional –
La guerra también despertó temores de una conflagración regional si intervienen otros enemigos de Israel.
La noche del miércoles, el movimiento Hezbolá basado en Líbano lanzó un misil contra un dron israelí, que según el ejército de Israel fue interceptado.
Hamás, Hezbolá y el gobierno de Siria son apoyados por Irán, que rechaza la existencia del Estado de Israel.
El rey jordano Abdalá II advirtió que la actual violencia podría «conducir a una explosión» regional.
La violencia también creció en Cisjordania ocupada, donde unos 100 palestinos han muerto, según las autoridades de salud.
AFP