Twitter anunció este lunes que su director general y cofundador Jack Dorsey dejará inmediatamente su cargo y será reemplazado por el responsable técnico del grupo, Parag Agrawal.
«Decidí dejar Twitter porque pienso que la firma está lista para cortar el cordón con sus fundadores», explicó Jack Dorsey en un comunicado que marca el final de una época.
Para marcar esta nueva etapa, el empresario nacido en St. Louis (Missouri) prevé dejar también su puesto en el consejo de administración en 2022 y no buscará un nuevo mandato durante la asamblea de accionistas del grupo.
Con un estilo personalísimo, pelo rapado y barba larga, Dorsey encarna, desde hace años y por sí mismo, a Twitter.
Desde su regreso al frente de la compañía en octubre de 2015, el emprendedor es regularmente criticado por no haber dejado el mando de su otra empresa, el especialista de pagos móviles Square, para concentrarse únicamente en Twitter.
Millonario desde 2013 tras la introducción en bolsa de Twitter, Jack Dorsey tiene una fortuna estimada en 11.800 millones de dólares por el sitio de la revista Forbes.
Su primera etapa al frente de Twitter como director general fue de 2007 y 2008, pero fue sacado del puesto por el consejo de administración, insatisfecho con su gestión.
Ahora que Dorsey empieza a desvanecerse del universo Twitter, deja a la firma con una cartera de 211 millones de usuarios diarios, considerados «monetizables», es decir, expuestos a la publicidad en la plataforma del pajarito azul.
Con Dorsey al mando, Twitter tuvo su primer trimestre con ganancias en el último cuarto de 2017, y luego dos años enteros en positivo, hasta volver a dar pérdidas en 2020.
Dorsey se esforzó en rentabilizar el tráfico de la plataforma, el punto débil de la empresa hasta entonces, a pesar de su lugar único en el sector mediático.
El grupo mejoró algunas herramientas para hacer más fácil su utilización por anunciantes y usuarios. También suprimió cuentas de personalidades polémicas.
– Dorsey vs Trump –
El punto más álgido de esa campaña fue la suspensión permanente de la cuenta del expresidente de Estados Unidos Donald Trump, en enero de 2021.
La decisión reforzó, a ojos de muchos conservadores, la imagen de una red al servicio de los progresistas y de la izquierda, y dispuesta a limitar la libertad de expresión.
«Las personas tienen tendencia a asociar a Jack Dorsey con la censura en Twitter, pero pienso que hizo lo que pudo, en los últimos años, para que la plataforma siga relativamente abierta», dijo en Twitter Mike Solana, titular de la firma de inversiones Founders Fund. «Sin él, las cosas empeorarán, no mejorarán», estimó.
Para mejorar su rentabilidad, Twitter lanzó una serie de iniciativas, en particular la posibilidad de abonos pagos a algunas cuentas muy seguidas.
En junio la red social lanzó una versión paga de Twitter en Canadá y en Australia, con funciones adicionales para usuarios que se suscriben.
En los últimos trimestres, Jack Dorsey insistió con personalizar, con ayuda de inteligencia artificial, el uso que hace cada abonado del servicio, en particular creando nuevos hilos propios sobre temas específicos.
«Estamos en camino para dejar 2021 como una sociedad más enfocada, con prioridades más claras», había dicho Dorsey en la última conferencia para presentar los resultados de la firma, a fines de octubre.
El nuevo director general, Parag Agrawal, es un especialista en ingeniería informática, que jugó un papel clave en el avance de la inteligencia artificial en el seno del grupo.