El ex vicepresidente de Ecuador, Jorge Glas, aseguró que fue víctima de torturas durante su detención el pasado 5 en abril cuando la policía irrumpió en la embajada de México en Quito donde estuvo refugiado desde diciembre.
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«Abro la puerta, me ponen las linternas en la cara y me empujan los fusiles. Me caigo en el asiento y comienzan a gritarme. Yo estaba en pijama y solo dije que me dejen vestirme y coger mis medicinas», detalló Glas durante la audiencia judicial que evalúa el recurso de habeas corpus presentado por su defensa.
«No bastó más para que me tiraran contra la pared, me golpearan la cabeza contra la pared y comenzasen a darme puntapiés y rodillazos en las caderas. Me tiraron al piso, se me tiraron encima, me pisan el cuello y me patean las costillas», añadió el ex vicepresidente, según reseñó EFE.
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Asimismo, dijo que «uno de los tipos enmascarado de negro», que dijo ser el líder de la operación le dislocó un dedo después de decirle que era para que se acuerde de él. También aseveró que lo esposaron colgado con las manos hacia atrás, en una clara posición de tortura, mientras estaba siendo transmitido «en vivo y en directo».
El ex vicepresidente señaló que lo cargaron esposado con los brazos atrás para lastimarlo más y llevarlo «como trofeo de guerra».
Jorge Glas inició este miércoles una huelga de hambre en la cárcel de máxima seguridad de La Roca en Guayaquil.
La información fue publicada por CNN, citando como fuente a un miembro del equipo de Glas, quien aseguró que el ex vicepresidente «está en un hueco sin luz”.