El rey emérito Juan Carlos I llegó este miércoles a España procedente de Londres, en la segunda visita a su país desde que se mudó a Abu Dabi en 2020.
Juan Carlos I, de 85 años, viajó en un avión privado hasta el aeropuerto de la ciudad española de Vigo, cercano a la localidad de Sangenjo, donde se espera que permanezca hasta el domingo para participar en una regata de vela y donde ya estuvo hace once meses en su primera visita.
La previsión es que su estancia esté marcada por la discreción, después de la polémica generada en el país en su anterior visita en esta misma localidad del noroeste de España, sin dar explicaciones por su actuación cuando era jefe de Estado.
A comienzos de 2022 la Fiscalía Anticorrupción en España archivó las investigaciones sobre el rey emérito por supuestas irregularidades fiscales, al haber prescrito o haber sucedido antes de 2014, cuando estaba protegido por la inviolabilidad como jefe del Estado.
Juan Carlos I cerró su primer viaje en el Palacio de la Zarzuela en Madrid, la residencia real, donde mantuvo una larga charla con el rey de España, Felipe VI, quien le trasladó su incomodidad por cómo se había desarrollado su estancia, pero esta vez no está previsto que se encuentre con su hijo.
La Casa del Rey de España contaba con que viniera en junio, tras las elecciones municipales y regionales del 28 de mayo, al considerar inoportuno que estuviera en el país durante el periodo electoral, ya en marcha tras la firma del decreto de convocatoria de los comicios por parte de Felipe VI.
La nueva visita suscita críticas de partidos independentistas catalanes y vascos o de otros como la formación de izquierda Unidas Podemos, que forma parte en España del Gobierno de coalición.
“Hace un daño muy importante a la imagen de España”, manifestó el ministro de Consumo, Alberto Garzón, de Unidas Podemos, al argumentar que los procesos judiciales en su contra aunque hayan quedado archivados por prescripción, “han demostrado que no es inocente”.