Los australianos decidieron no desperdiciar nada. En vez de desechar la bebida vieja, a esta empresa se le ocurrió convertirla en biogas.
De esta forma, aseguran que alimentarán a 1200 casas de la ciudad de Adelaida.
“Nadie consumía, fue muy duro…perdimos el 50% de nuestras ventas de la noche a la mañana”, contó a la agencia Deutsche Welle Lewis Maschmedt, dueño de la cervecería Pirate Life,
Tan sólo una de las diez mil que nutren el mercado en ese país que factura US$ 14 mil millones con el producto.
Para llegar a esto, mezclaron el producto que había expirado y donó la cervecería Lion, la mayor de Australia, con aguas y residuos orgánicos, generando una descomposición que liberó metano y dióxido de carbono, un biogás con el que luego se produjo electricidad.
De esta forma, en mayo, el primer mes del experimento, utilizaron 150 mil litros de cerveza vencida, obteniendo energía para uso propio y beneficiando a 1.200 viviendas de la ciudad de 1,5 millón de habitantes.
«¿Qué hacemos con la cerveza que no se vendió? “Nadie consumía, fue muy duro…perdimos el 50% de nuestras ventas de la noche a la mañana”, contó a la agencia Deutsche Welle Lewis Maschmedt, dueño de la cervecería Pirate Life.
En vez de desperdiciar la cerveza que ya había vencido, mezclaron el producto que había expirado y donó la cervecería Lion, la mayor de Australia, con aguas y residuos orgánicos, generando una descomposición que liberó metano y dióxido de carbono, un biogás con el que luego se produjo electricidad.