Tras la muerte de la reina Isabel II el pasado jueves y la proclamación del nuevo monarca Carlos III, la exposición pública del flamante rey se incrementó en los últimos días. Sin embargo, pese a que su imagen es públicamente reconocida, llamó la atención el aspecto de sus manos, notoriamente hinchadas, lo que desencadenó toda serie de especulaciones sobre su estado de salud.
Si bien es esta característica del flamante rey ya había sido resaltada en los medios en el pasado, su actual rol al frente de la corona del Reino Unido hace que la salud de Carlos III sea -literalmente- una cuestión de Estado.
La imagen de las manos del rey en cada uno de los actos oficiales en los que participó en los últimos días se viralizaron y dieron lugar a todo tipo de conjeturas.
Lo cierto es que hasta el momento, no existe un pronunciamiento oficial sobre el estado de salud del monarca, y los registros dan cuenta de que los dedos hinchados es algo que el ahora rey sufre desde hace años. Él mismo, incluso, los llamó en broma “dedos de salchicha” en 2012 al bajar del avión durante una gira en Australia después de un largo vuelo.
La retención de líquidos es una consecuencia habitual en algunas personas luego de muchas horas en un avión. Pero es verdad que este tipo de traslado no es la única posible causa de un edema.
El doctor Gareth Nye es profesor titular de la Universidad de Chester, en Reino Unido, y explicó que “el edema es una afección en la que el cuerpo comienza a retener líquidos en las extremidades, normalmente en las piernas y los tobillos, pero también en los dedos, lo que hace que se hinchen”.
“Para ver si esta es la causa, al presionar el área hinchada durante unos 15 segundos se provocaría una depresión en el área, que tarda en volver a elevarse”, dijo en declaraciones al Daily Star.
Con información de Infobae.