El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, levantó el sábado el estado de excepción que regía en las seis provincias más afectadas por protestas indígenas contra su gobierno, desde hace ya 13 días, según un decreto divulgado por la sede presidencial.
El mandatario decretó «declarar la terminación del estado de excepción por grave conmoción interna en las provincias de Chimborazo, Tungurahua, Cotopaxi, Pichincha, Pastaza e Imbabura», señala el documento.
Lasso, a quien los indígenas reclaman una reducción de precios de combustibles, decretó la medida, que le permitió movilizar a los militares y ordenar un toque de queda nocturno de siete horas, para tres provincias, entre ellas Pichincha, cuya capital es Quito, a partir del sábado 18.
Dos días después la amplió a otras tres jurisdicciones, para un total de seis de las 24 provincias.
La poderosa Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie), que promueve las protestas también por una moratoria de deudas de campesinos con la banca, cuestionó la declaración del estado de excepción, cuya derogatoria reclamaba para abrir la posibilidad de un diálogo con el Ejecutivo, que aún no se ha concretado.
Las manifestaciones, con bloqueo de carreteras y accesos a Quito, donde además han derivado en choques con la fuerza pública, dejan seis manifestantes muertos y unos 300 heridos, entre civiles, policías y militares.
El Congreso, donde la oposición está dispersa pero hace mayoría, debatía el sábado por la noche la destitución de Lasso por una «grave crisis política y conmoción interna» en el país.
Líderes indígenas y representantes del gobierno sostuvieron el sábado en Quito un primer acercamiento, con miras a entablar una conversación, según el presidente del Parlamento, Virgilio Saquicela.
AFP.