Leyner Palacios, líder afrocolombiano, antiguo miembro de la Comisión de la Verdad y sobreviviente de una de las peores masacres del conflicto armado, informó este lunes que huyó de su región en el Pacífico de Colombia por nuevas amenazas de muerte.
«La verdad que es bastante triste, porque pues no es justo que uno tenga que pasar por estas situaciones: perder 28 de mis familiares (en 2002) y hoy tener que volver al séptimo desplazamiento» en medio del prolongado conflicto interno, narró en entrevista con Caracol Radio.
Desde un aeropuerto, el activista describió la amenaza que su hija recibió al celular el domingo: «El mensaje dice que le diga a su papá que se comunique con ellos y si no lo hago me dan 12 horas, si no me matan a mí o a ella», explicó Palacios, que aseguró desconocer qué grupo armado lo amedrenta.
En el selvático departamento del Chocó (noroeste), donde residía el activista, operan el Clan del Golfo, la mayor banda narco del país, y la guerrilla del ELN, en negociaciones de paz con el gobierno izquierdista de Gustavo Petro.
«Urgimos al Estado a garantizar la vida de @PalaciosLeyner y su familia, nuevamente amenazados. Llamamos a grupos armados a respetar el #DIH (derecho internacional humanitario) y dejar a los civiles fuera del conflicto», indicó la ONU en Twitter.
La población del Chocó es en su mayoría negra, pobre y víctima frecuente de las disputas por las rentas de la minería ilegal y el tráfico de drogas, en el mayor productor mundial de cocaína.
«Tengo mucho miedo y me voy a esconder para que no me maten (…) he comprendido que la amenaza es la puerta al cementerio», escribió Palacios en Twitter.
El líder social fue comisionado de la Comisión de la Verdad, entidad extrajudicial creada en 2017 tras el acuerdo de paz con las FARC.
Amenazado en distintas ocasiones, Palacios fue también víctima de una de las peores matanzas de la guerra interna por la que las FARC pidió perdón antes de sellar la paz.
El 2 de mayo de 2002 en Bojayá fallecieron 79 civiles, incluidos 45 niños, cuando un cilindro bomba lanzado por los rebeldes contra paramilitares de extrema derecha impactó la iglesia donde la población se refugiaba de los combates.
«Vamos a seguir levantando la voz. Hoy me sacan del departamento del Chocó pero seguiremos hablando en Colombia», aseguró Palacios, quien tiene un esquema de seguridad asignado por el Estado.
Aunque las FARC se transformaron en partido y el grueso de los paramilitares se desmovilizaron en 2006, el conflicto sigue vivo y deja en medio siglo 9 millones de víctimas, en su mayoría desplazados.
AFP