Fuentes con conocimiento directo de la decisión confirmaron a la Voz de América la información el domingo por la noche.
Fuentes familiarizadas con el tema también habían informado el domingo en la noche la desición a Reuters. Así se cierra una polémica que ha tenido en vilo al evento hemisférico tras las amenazas del presidente de México de no asistir a la reunión que comienza este lunes, a menos que todos los países del hemisferio occidental fueran invitados.
A poco tiempo de comenzar la reunión todavía no es claro si el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, y algunos otros mandatarios viajarán o no a Los Ángeles, sede del encuentro.
Funcionarios estadounidenses determinaron que las preocupaciones sobre los derechos humanos y la falta de democracia en los tres países pesaban demasiado en contra de invitarlos, dijo a Reuters una fuente con sede en Washington a última hora del domingo.
La exclusión de Venezuela y Nicaragua, liderados por partidos de izquierda, ya había sido señalada en las últimas semanas.
Fuentes de la oposición venezolana liderada por Juan Guaidó indicaron que hasta la mañana de este lunes no habían sido invitados al encuentro en Los Ángeles.
Para esta cumbre, la Casa Blanca se ha propuesto crear un futuro sostenible resiliente y equitativo.
Perspectiva histórica
Viendo en perspectiva, los retos hemisféricos han crecido desde que, en su primera versión, el foro regional se llevó a cabo en Miami, en 1994. Esa vez, faltó Cuba, el resto de los países participantes habían sido elegidos a través de elecciones libres.
«La cumbre era de alguna manera un club con una visión, no solamente económica, sino también política, un club de países donde la democracia era esencial y fundamental”, dijo a la Voz de América Santiago Cantón, analista de Diálogo Interamericano.
Este miércoles, por primera vez en tres décadas, Estados Unidos vuelve a ser anfitrión de la Cumbre de las Américas en un contexto más complejo para la democracia, de acuerdo a analistas, en parte por el giro político en algunos países de la región y hechos documentados en varias naciones que atentan contra la democracia.
«Por lo tanto, la cumbre de las Américas que tuvo su origen en ese renacimiento democrático de la región, hoy en día no lo tiene, y eso la devalúa bastante a esta cumbre”, agregó Cantón.
Relaciones diplomáticas Vs. ideología
La situación política de Nicaragua, Venezuela y Cuba ha estado en el centro del debate en la preparación de esta novena cumbre auspiciada por EEUU.
En el centro del debate ha estado la pregunta: ¿Invitar o no a los gobiernos que no cumple estándares democráticos?
Aurelio Suárez profesor y experto en asuntos latinoamericanos lo explicó en estos términos: «Las relaciones diplomáticas deben darse entre los países independiente de sus ideologías e incluso, independiente de sus formas de gobierno”.
El analista de Diálogo Interamericano, Santiago Cantón, también se inclina por «el diálogo» y el compromiso mutuo.
«Uno tiene que buscar acercarse, no se puede nunca descartar el diálogo, pero siempre tiene que haber respuestas concretas, liberar presos políticos, dejar de torturar, y toda una serie de cosas que, lamentablemente, no están pasando y hacen muy difícil avanzar en ese diálogo», afirmó.
«Darle esa plataforma sin ningún tipo de reciprocidad por parte de estos países, no es bueno”, agrega.
La relación de EEUU y otras pruebas
La relación de EEUU con la región no es lo único que estará a prueba en esta cumbre. Expertos también han planteado la necesidad de reevaluar la existencia misma del mecanismo, pasando por la elaboración de agendas «renovadoras y una nueva iniciativa para las Américas».
«La cumbre posiblemente no se extinga, pero su efectividad está claramente debilitada. Esperemos a ver qué pasa con esta cumbre, si sale algo concreto”, alentó Cantón en conversación con la VOA.
Tania Valdés, Voz de América