El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, dijo este miércoles que conversará con su homólogo estadounidense, Joe Biden, y el canciller alemán, Olaf Scholz sobre cómo lidiar con la extrema derecha, tras el asalto de radicales en Brasilia.
Lula anunció que recibirá a Scholz el 30 de enero y se reunirá con Biden en febrero en Estados Unidos.
«La democracia es la única posibilidad de que construyamos una nación fuerte. Por eso voy a conversar con Biden para ver cómo él está lidiando» con la ultraderecha, escribió el mandatario de izquierda en Twitter.
Biden invitó a Lula a visitarlo en la Casa Blanca a «principios de febrero», luego de darle su apoyo total tras el asalto de miles de seguidores del exmandatario ultraderechista Jair Bolsonaro el 8 de enero a las sedes de la presidencia, el Congreso y la Corte Suprema en Brasilia.
Los incidentes protagonizados por bolsonaristas radicales, a los que Lula llama «fascistas», recordaron los ataques al Capitolio de Estados Unidos hace dos años, llevados a cabo por simpatizantes del entonces presidente estadounidense Donald Trump, aliado de Bolsonaro.
«Iré allá a ver a Biden y quiero saber cómo enfrenta la situación, porque por la prensa que leo, me parece que los republicanos se están fortaleciendo, parece que el discurso radical se está fortaleciendo y me parece que los demócratas lo están pasando un poco mal y van a tener elecciones dentro de dos años», afirmó Lula en una entrevista con el canal GloboNews.
En ésta, su primera entrevista desde que asumió el poder en Brasil, el líder izquierdista también anunció que recibirá el 30 de enero al canciller alemán Olaf Scholz, con quien, dijo, hablará sobre los movimientos extremistas de ultraderecha en el país europeo.
«Quiero conversar con él sobre lo que está pasando en Alemania porque la extrema derecha es un movimiento internacional», afirmó.
El líder brasileño, de 77 años, responsabiliza a su predecesor, al que venció en un reñido balotaje a fines de octubre, de provocar y estimular los ataques, que buscaban su caída el día en que cumplía una semana de regresar al poder por tercera vez.
Bolsonaro, quien viajó a Estados Unidos antes de terminar su mandato, niega cualquier conexión con los actos violentos en Brasilia, pero es investigado por las autoridades brasileñas bajo sospecha de haberlos instigado.
Lula llamó además a una «unidad del progresismo democrático del mundo para no permitir el resurgimiento del fascismo».
«La extrema derecha existe actualmente en el mundo entero, en Hungría, Italia, Alemania, España, Portugal, en todos lados están surgiendo grupos de extrema derecha (…) con distintas formas de actuar», afirmó.
«En Brasil, ganamos las elecciones, derrotamos a Bolsonaro. Lo que necesitamos ahora es derrotar esa narrativa fascista que hay en Brasil. Para eso tendremos que exigir a las fuerzas democráticas que se manifiesten, sin importar el partido político (…) en defensa de la democracia», dijo.
AFP.