México rechazó este sábado estar interviniendo en asuntos internos de Perú, y sostuvo que otorgar asilo al expresidente Pedro Castillo es parte de su tradición diplomática.
El viernes, la cancillería peruana calificó de «injerencistas» declaraciones del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador en las que afirmó que Castillo fue víctima de un «golpe blando» urdido por medios de comunicación y las «élites económicas y políticas» peruanas.
«Estamos opinando, nada más, allá van a resolver ellos», dijo este sábado López Obrador a periodistas en Monterrey (norte). «Pero sí es violatorio (…) de la democracia, porque si lo eligió el pueblo (a Castillo) ¿por qué lo van a quitar?», inquirió.
El canciller mexicano Marcelo Ebrard dijo este sábado que la queja peruana será respondida por el embajador en Lima.
«El derecho de asilo es tradicional tradición de México (…) no se la ha negado a nadie», dijo el funcionario sobre las gestiones que ha iniciado para que autoridades peruanas permitan la salida de Castillo.
Ebrard subrayó sin embargo que México tiene derecho a tener «una opinión», misma que ya fue expresada, añadió, por el presidente.
Castillo presentó formalmente el pasado jueves una solicitud para recibir asilo político luego de que fue detenido el miércoles tras disolver el Legislativo peruano.
AFP