Miles de manifestantes tomaron las calles en varias ciudades de Estados Unidos el domingo para protestar contra los planes del entonces presidente Donald Trump de ejecutar deportaciones a gran escala.
En el sur de California, las movilizaciones fueron especialmente intensas, con bloqueos en autopistas y llamados a una reforma migratoria.
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En Los Ángeles, la protesta comenzó en la histórica calle Olvera, un sitio emblemático desde la época del dominio español y mexicano. Desde allí, los manifestantes marcharon hasta el Ayuntamiento con pancartas que llevaban mensajes como “Nadie es ilegal”.
Más tarde, un grupo bloqueó por completo la autopista federal 101, generando congestión en ambas direcciones y en calles aledañas. Sentados sobre la vía, los manifestantes fueron observados por agentes de la Patrulla de Caminos de California, que junto con el Departamento de Policía de Los Ángeles informó que hasta el momento no se habían realizado arrestos.
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Las protestas también se extendieron a otras ciudades de California. En Riverside, cientos de personas se reunieron en una intersección mientras automovilistas tocaban la bocina o gritaban en señal de apoyo, según reportó Southern California News Group. En San Diego, otra manifestación tuvo lugar cerca del centro de convenciones de la ciudad.
Las movilizaciones no se limitaron a California. En Texas, unas 1.600 personas participaron en dos protestas en Dallas contra los recientes operativos del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE).