El descubrimiento de 19 cadáveres elevó a 303 el balance de fallecidos en la «masacre de Shakahola», el bosque de Kenia donde se reunía una secta evangélica que abogaba por el ayuno extremo para «encontrar a Jesús», anunció una responsable regional.
El pastor de esta secta, Paul Nthenge Mackenzie, está en la cárcel desde el 14 de abril y será procesado por «terrorismo» por este caso.
Dos meses después del descubrimiento de las primeras víctimas el 13 de abril, la búsqueda de fosas comunes sigue en curso en cerca de 15.000 hectáreas de una zona forestal situada no lejos de la ciudad costera de Malindi.
«El número de muertos pasó ahora a 303 tras la exhumación de 19 cuerpos», declaró el martes la prefecta de la región de la costa, Rhoda Onyancha.
La policía considera que la mayoría de los cuerpos exhumados hasta ahora son de adeptos de la Iglesia Internacional de la Buena Nueva (Good News International Church), creada por Paul Nthenge Mackenzie y que abogaba por el ayuno hasta la muerte «para encontrar a Jesús».
Las autopsias practicadas revelaron que la mayoría de las víctimas murieron de hambre, tras escuchar las prédicas de Mackenzie.
Algunas víctimas, entre ellas niños, fueron estrangulados, golpeados o asfixiados, según esas autopsias.
Al menos 35 personas sospechosas de estar implicadas fueron detenidas, según la policía.
El ministro del Interior anunció la semana pasada que el bosque de Shakahola será transformado en un «lugar de memoria».
AFP.