La NASA concluyó este miércoles en el Centro Espacial Kennedy, en Florida, una serie de pruebas en el cohete SLS de la misión no tripulada Artemis I habiendo cumplido todos los objetivos marcados y pese al hallazgo de una fuga de hidrógeno líquido.
“Todos los objetivos que nos propusimos los pudimos cumplir. Estoy muy animado por la prueba de hoy”, declaró la directora de lanzamiento de Artemis I, Charlie Blackwell-Thompson, al término de la llamada “prueba de demostración criogénica”.
Poco después de las 10 de la mañana, hora local, es decir al cabo de unas tres horas de iniciadas las pruebas, los controladores de lanzamiento detuvieron por unos minutos la carga de hidrógeno líquido en la etapa central del cohete tras descubrirse una fuga de ese combustible.
La filtración en una placa de 20 cm en la misma parte donde el pasado 3 de septiembre se encontró otra fuga de hidrógeno líquido que motivó la suspensión del despegue de la misión, ocurrió cuando el proceso pasaba de un llenado de combustible lento a uno rápido.
La directiva señaló al canal NASA TV que el equipo pudo resolver el problema por medios de mecanismos de contingencia, los cuales demostraron que son efectivos en hipotéticos casos similares en el futuro, y el proceso de llenado con hidrógeno pudo continuar.
De cara a la fecha tentativa del próximo 27 de septiembre para el despegue desde Cabo Cañaveral (Florida, EEUU) de esta misión que hará un viaje no tripulado a la Luna, Blackwell-Thompson dijo que es necesario esperar el análisis de las pruebas para conocer si se requieren cambios en los procedimientos de carga de hidrógeno.
Durante la prueba de demostración criogénica la carga de oxígeno líquido en la parte intermedia del cohete se realizó sin inconvenientes.
Entre los objetivos de las pruebas de este miércoles estaba el comprobar las reparaciones hechas a la línea de alimentación de hidrógeno líquido, donde se colocaron nuevos sellos.
Los controladores de lanzamiento iniciaron la lenta carga de hidrógeno y oxígeno líquido superfrío en la etapa principal y la intermedia del cohete.
El hidrógeno líquido superfrío permite disminuir al nivel adecuado para el despegue la temperatura de los cuatro motores RS-25 que se hallan en la parte inferior del cohete de 98 metros de altura, el más potente construido hasta la fecha y en cuya parte superior descansa la cápsula Orion.
La NASA maneja como segunda fecha de lanzamiento el 2 de octubre y en ese caso la nave Orion regresaría el 11 de noviembre, con una ventana de lanzamiento de 109 minutos que se abriría a las 14:52 hora local.
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