Ningún centro de salud «debería ser jamás un objetivo», dijo el miércoles el portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric, tras informes sobre la destrucción por parte de fuerzas rusas de un hospital pediátrico en Ucrania.
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La ONU y la Organización Mundial de la Salud reclaman «el cese inmediato de los ataques a las instalaciones de salud, hospitales, trabajadores de la salud, ambulancias», dijo Dujarric durante su rueda de prensa diaria.
Al menos 17 adultos resultaron heridos este miércoles en el bombardeo ruso del hospital pediátrico en Mariúpol, un puerto del sureste de Ucrania, anunció un responsable regional, Pavlo Kirilenko.
«Hay 17 heridos confirmados entre el personal del hospital», dijo Kirilenko a la televisión ucraniana, y agregó que de acuerdo con los primeros reportes «no había ningún niño» entre los heridos, como tampoco ningún fallecido. AFP