Cerca de 500 bomberos luchan el martes por controlar un nuevo incendio en el sur de Francia, que quemó alrededor de 500 hectáreas de bosque y viñas, y obligó a evacuar un pueblo, afirmaron responsables locales.
Los vecinos de Aumelas, a 20 kilómetros al oeste de Montpellier tuvieron que dejar sus casas por la proximidad de las llamas, azuzadas por el viento.
«En total, hay cerca de 500 bomberos desplegados», apoyados por dos aviones contraincendio, dijeron las autoridades locales en un comunicado.
La región, que ya se vio afectada la semana pasada por otro incendio, está en riesgo «alto» y «muy alto» de incendios debido a meses de sequía y altas temperaturas.
2.000 bomberos tuvieron que ser movilizados en los últimos días para controlar los dos enormes incendios cerca de Burdeos, suroeste, que destruyeron más de 20.000 hectáreas de bosque.
AFP