La policía de Canadá amplió este miércoles su búsqueda del segundo sospechoso de una ola de apuñalamientos mortales en el oeste del país, en tanto una comunidad indígena destrozada por la tragedia lloraba a sus muertos.
El ataque ocurrido el domingo en la comunidad indígena James Smith Cree Nation y en la localidad de Weldon, cuyo motivo aún se desconoce, dejó 10 muertos y 18 heridos.
La persecución de dos hermanos presuntamente responsables de uno de los peores incidentes de violencia masiva en Canadá llevó a la policía desde esta reserva indígena en la provincia de Saskatchewan hasta su capital, Regina, 300 kilómetros al sur, y de regreso.
El cadáver de uno de los hermanos, Damien Sanderson, de 31 años, apareció el lunes en un campo en la comunidad Cree. Las autoridades dijeron que muy probablemente fue asesinado por su hermano fugitivo, Myles Sanderson, de 32 años.
El martes por la noche, informes de un posible avistamiento de Sanderson provocaron un amplio despliegue policial, pero las autoridades dijeron luego que no se encontraba en la reserva indígena y que la búsqueda continuaba.
«Dado que se desconoce su paradero, instamos al público a tomar las precauciones adecuadas», señaló la Real Policía Montada de Canadá en una alerta.
El jefe de policía de Regina, Evan Bray, señaló en un mensaje por video que una pista «confiable» los había llevado a creer que Myles Sanderson podría haberse escondido en esa ciudad.
Pero para el martes, nuevos datos indicaban lo contrario y las investigaciones proseguían. «Estamos buscando no solo en la ciudad de Regina, sino también en toda la provincia», dijo Bray.
– «Cuerpos por todas partes» –
Varias vigilias estaban programadas para el miércoles por la noche.
El servicio forense de Saskatchewan publicó los nombres de los fallecidos: seis hombres y cuatro mujeres de entre 23 y 78 años. Todos menos uno eran miembros de la comunidad Cree. El otro era un viudo que vivía con su nieto en Weldon.
Los heridos en el ataque fueron 17 adultos y un adolescente, dijo la policía federal canadiense.
Varios de los fallecidos ya habían sido identificados por familiares y amigos en las redes sociales. Entre ellos había un veterano de guerra, un experto en adicciones y una madre de dos hijos que trabajaba como guardia de seguridad en un casino local.
Michael Brett Burns dijo en Facebook que perdió a muchos familiares en la matanza y contó que había «cuerpos por todas partes», «algunos fallecidos y muchos otros con graves heridas de arma blanca y sangrado».
«Era una zona de guerra. La mirada en sus ojos no podía expresar el dolor y el sufrimiento de los que fueron agredidos», afirmó.
Dillon Burns dijo en otra publicación que su madre Gloria murió «protegiendo a un joven mientras lo atacaban», y agregó que «ella habría hecho lo mismo por cualquiera de nosotros (incluso) por el hombre que le había quitado la vida».
A Gloria la encontraron «acostada en la entrada de su casa» con otras dos personas, dijo su hermano Ivor Burns a las emisoras locales.
«Fueron masacrados», subrayó.
Las autoridades creen que algunas de las víctimas estaban en la mira de los sospechosos y otras fueron atacadas de forma aleatoria.
Diez personas siguen hospitalizadas tras la tragedia, incluidas tres en estado crítico, según las autoridades sanitarias de Saskatchewan. Otros siete fueron dados de alta.
AFP