El primer ministro de Japón, Fumio Kishida, ha dicho este martes que es “inaceptable” la decisión de Rusia de suspender las conversaciones sobre un tratado de paz posterior a la Segunda Guerra Mundial en respuesta a las sanciones de Tokio contra Moscú por su invasión de Ucrania.
“Las acciones de Rusia son extremadamente irrazonables y totalmente inaceptables”, ha dicho Kishida en una sesión de la Kokkai o Dieta (legislativo nipón), agregando que el país protesta “enérgicamente” contra esta decisión, según recoge la agencia de noticias Kyodo.
Así, Kishida ha argumentado que situación actual “es el resultado de la agresión rusa” y que “es extremadamente injusto culpar de las consecuencias a las relaciones entre Japón y Rusia”, tal y como recoge NHK News.
La cartera rusa de Exteriores ha tachado las “restricciones unilaterales” de Japón como medidas de “naturaleza hostil”, por lo que ha informado de que el Gobierno “no tiene la intención de continuar con las negociaciones” para lograr un tratado de paz ante la “imposibilidad” de alcanzar acuerdos con una nación “que abiertamente mantiene posiciones hostiles” contra Rusia.
De igual modo, el Ministerio de Exteriores ruso ha emitido un comunicado en el que explica que Rusia también se retira del diálogo con Japón para el establecimiento de actividades económicas conjuntas en las Curiles –un archipiélago de islas rusas reclamadas por Tokio–.
En el marco de la respuesta de Moscú a las sanciones japonesas, Rusia también bloqueará la designación de Japón como socio de la Organización de Cooperación Económica del Mar Negro, una estructura creada a comienzos de la década de los 90 para impulsar la cooperación económica de los países de dicha zona.
Desde el Gobierno ruso han lamentado el “rumbo antirruso” que dicen ha tomado Japón en las últimas jornadas y han mostrado su decepción ante el hecho de que desde el archipiélago se haya abandonado el desarrollo de “una cooperación mutuamente beneficiosa y una buena vecindad”, según recoge la agencia rusa Interfax.
Esta declaración se produce como respuesta de Moscú a las sanciones impuestas por Japón contra altos funcionarios rusos, incluido el presidente, Vladimir Putin, varios empresarios y personas jurídicas de Rusia como respuesta a la agresión rusa contra el territorio de Ucrania, iniciada hace ya casi un mes.
Nota de Europa Press