Rusia reanudó sus bombardeos contra Odesa, la gran ciudad portuaria del sur de Ucrania, este lunes, disparando un misil que causó al menos un muerto, en tanto Estados Unidos acusó al gobierno ruso de querer «anexionar» dos territorios separatistas prorrusos del este.
Las fuerzas rusas están concentrando sus esfuerzos en la parte sur y oriental del país, en particular la región de Donbás y en Odesa, a orillas del mar Negro, luego de fracasar en el intento de tomar la capital Kiev en las primeras semanas de la guerra.
El ayuntamiento de Odesa informó en Telegram que un bombardeo ruso alcanzó un edificio residencial en el que había cinco personas y que un adolescente de 15 años murió, en tanto una menor fue hospitalizada.
Los combates son especialmente intensos en torno a Izium, Lyman, y Rubijné, posiciones que los rusos intentan tomar para «preparar su ataque a Severodonetsk», una de las principales ciudades de Donbás aún controladas por Kiev, afirmó este lunes el Estado Mayor ucraniano.
«La situación en la región de Lugansk puede ser descrita en pocas palabras: siguen activos los duros combates», advirtió el ministerio de Defensa de Ucrania.
Al acercarse el 9 de mayo, fecha en la que Rusia conmemora la victoria sobre la Alemania nazi en 1945, el gobernador de la región de Lugansk dijo que esperaba «una intensificación de los bombardeos».
Pero el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, pareció descartar esa idea. «Nuestros militares no ajustarán artificialmente sus acciones a ninguna fecha», dijo en una entrevista con el canal de televisión italiano Mediaset el domingo.
AFP.