Sin diálogo con el gobierno y 18 detenidos concluyó la primera jornada de la huelga indefinida que iniciaron el miércoles trabajadores de la minera estatal chilena Codelco, mayor cuprífera del mundo, contra el cierre de una contaminante fundición de cobre.
Más de 40.000 trabajadores de 26 sindicatos de Codelco bloquearon los ingresos de seis faenas mineras en varios puntos del país.
Los huelguistas se manifestaron principalmente frente a la fundidora de cobre Ventanas, ubicada en un parque industrial en la costa central chilena y que es señalada como una de las principales responsables de la contaminación que genera un polo industrial que alberga a más de 15 compañías en las localidades de Quintero y Puchuncaví, donde viven unas 50.000 personas.
Mientras los trabajadoras afirman que han realizado una «paralización total» de las operaciones de Codelco, el ministro de Hacienda, Mario Marcel, afirmó que la huelga generó una «alteración» pero no detuvo el funcionamiento de la compañía.
«No hay paralización de faenas. Hay alteración en el acceso de grupos de trabajadores a partir de la movilización de los dirigentes», señaló Marcel.
Amador Pantoja, presidente de la Federación de Trabajadores de Cobre (FTC) indicó que el paro podría causar una pérdida de 20 millones de dólares por día a Codelco, pero el ministro refutó ese cálculo.
«Para que esas cifras fueran correctas, tendría que paralizar abruptamente todas las operaciones de Codelco y no recuperar esa producción perdida en el futuro y ninguna de esas cosas están ocurriendo hoy día», dijo Marcel, aunque no estimó el daño económico que genera la movilización.
Codelco produce cerca del 8% del cobre en el mundo y es responsable de entre el 10 y el 15% del PIB chileno.
Los manifestantes bloquearon los ingresos de seis faenas mineras, con barricadas de neumáticos encendidos con fuego, banderas y gritos en contra de la decisión del gobierno de cerrar Ventanas, debido a la polución generada en la bahía de Quintero y Puchuncaví, a unos 140 km al oeste de Santiago, una zona conocida como el «Chernóbil chileno» por ser una de las áreas más contaminadas del país.
Al menos 18 manifestantes fueron detenidos por la Policía cuando bloqueaban el ingreso a la división El Teniente, ubicado en la región de O’Higgins, en el centro del país, informó la Policía a la AFP.
«Nos encontrábamos en una manifestación pacífica, sin hacer desmanes y consideramos que Carabineros utilizó demasiada fuerza bruta con nuestros compañeros dirigentes», comentó Osvaldo Véliz, uno de los manifestantes.
Los sindicatos consideran «arbitraria» la decisión del cierre de la fundición y exigen al gobierno del izquierdista Gabriel Boric que invierta a través de Codelco 54 millones de dólares para que la planta cumpla estándares ambientales más altos y siga funcionando.
– Sin diálogo –
El gobierno anunció la reinversión del 30% de las utilidades anuales de la compañía -que por ley debe entregar todas sus ganancias al Estado- hasta 2024, mientras que la directiva de Codelco convocó a una reunión a los trabajadores de Ventanas para iniciar un diálogo que resuelva el conflicto, pero los manifestantes no asistieron.
«El viernes me reuní con los dirigentes sindicales de Ventanas, a quienes les expliqué las razones por las que el directorio tomó la decisión sobre la fundición. Hoy haría lo mismo con los dirigentes de la FTC. Sin embargo, no llegaron», dijo André Sougarret, presidente ejecutivo en funciones de Codelco.
«Vamos a seguir de puertas abiertas al diálogo», afirmó por su parte, Camila Vallejo, vocera de gobierno, quien cerró «toda posibilidad de privatización» de la compañía estatal, nacionalizada durante el gobierno del socialista Salvador Allende (1970-1973).
Pese a las peticiones de los trabajadores de revocar la medida en Ventanas, Vallejo señaló que el gobierno está cumpliendo su programa de «terminar con las zonas de sacrificio, avanzar hacia un gobierno ecológico, con un modelo de desarrollo cada vez más sustentable».
– Cierre fundición Ventanas –
El cierre de la fundición Ventanas se tomó después de un nuevo episodio de contaminación del aire el 9 de junio que afectó a 115 personas, la mayoría escolares, y obligó al cierre de las escuelas de la zona.
La contaminación afecta a Quintero y Puchuncaví desde 1958 cuando el gobierno estableció el parque industrial. En 2018, más de 600 personas fueron intoxicadas y sufrieron vómitos, parálisis, dolores de cabeza y extrañas ronchas en la piel.
Parte de la población trabaja en el parque industrial y exigen el traslado de la fundición de Codelco y cerrar termoeléctricas de carbón.
«Todos podemos vivir en un ambiente limpio con energías renovables donde nosotros, los ciudadanos, y las industrias puedan trabajar, producir y todos vivir en paz. Eso es lo que nosotros queremos, buscamos el equilibrio», afirmó Carolina Astudillo, una residente de Quintero.
AFP.